Una reciente muerte por gripe aviar ha suscitado temores de que un “virus completamente nuevo” podría mutar en las condiciones adecuadas y dar lugar a una “pandemia mundial”.
La semana pasada, el Departamento de Salud de Luisiana anunció la primera muerte relacionada con la gripe aviar en Estados Unidos. Un paciente de 65 años contrajo la cepa H5N1, una gripe aviar altamente patógena, y falleció después de ser ingresado en el hospital.
El paciente tenía problemas de salud preexistentes y las investigaciones posteriores no encontraron otros casos ni evidencia de transmisión entre humanos. Sin embargo, recientemente se han documentado otros casos humanos importantes.
En noviembre de 2024, un niño de 13 años de Canadá fue hospitalizado tras contraer el mismo genotipo D1.1 que el paciente de Luisiana. Otra persona también fue tratada por gripe aviar en Missouri en septiembre del año anterior.
Esta noticia llega en medio de informes sobre un genotipo diferente, B3.13, que infecta a las vacas lecheras en los EE. UU. Las autoridades de California han declarado el estado de emergencia para “agilizar la respuesta del estado a los casos”.
Bobbi Pritt, profesora de medicina de laboratorio y patología en la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, destacó los alarmantes resultados potenciales si el virus muta y adquiere la capacidad de “propagarse eficientemente de persona a persona”.
Cuando se le preguntó sobre el peligro potencial para los humanos, afirmó: “Si el virus mutara y adquiriera la capacidad de propagarse eficientemente de persona a persona, esto podría resultar en un gran brote, o incluso una pandemia mundial”.
“Es debido a esta preocupación que el gobierno de Estados Unidos está monitoreando de cerca la situación, examinando y poniendo en cuarentena rápidamente a los animales infectados, destruyendo la leche de cualquier vaca lechera infectada y trabajando en una vacuna para el ganado”.
Sin embargo, las condiciones necesarias para la propagación de la gripe aviar entre los humanos pueden estar acercándose, como lo expresa la profesora Pritt con preocupación por el creciente número de especies afectadas.
Expresó su preocupación: “La continua circulación de la gripe aviar en un gran número de animales y la continua transmisión a los humanos aumenta la probabilidad de que se produzcan mutaciones que hagan que el virus se adapte mejor a los humanos”.
“Esto se debe a que los virus de ARN, como el de la gripe, pueden cometer errores frecuentes durante su replicación, lo que da lugar a mutaciones en las secuencias de ARN. Cuanto mayor sea el número de animales y personas infectadas, mayor será el número de virus que se replican y mayor la probabilidad de que se produzca una mutación”.
Haciendo hincapié en la urgencia, la profesora Pritt señala nuevos estudios que muestran que “incluso una sola mutación” podría permitir que la gripe aviar se transmita “eficientemente entre personas”, y señala que la cepa encontrada en el adolescente canadiense portaba mutaciones que indicaban que se estaba volviendo “más adaptada” a infectar a los humanos.
Reveló que las mutaciones probablemente se produjeron debido a la “replicación viral” y que, afortunadamente, el virus no se propagó a otras personas. Sin embargo, la profesora Pritt señaló que ha habido un aumento de casos entre los animales.
Cuando se le preguntó si estamos presenciando más casos de animales infectados que en años anteriores, la profesora Pritt confirmó: “Sí, lo que diferencia este brote actual de los brotes anteriores de gripe aviar es el alto número de animales infectados y la gran cantidad de diferentes tipos de animales infectados”.
La experta destacó el riesgo que suponen los cerdos y afirmó: “Los cerdos, en particular, presentan un gran riesgo potencial, ya que pueden infectarse con cepas de influenza humana y aviar, y esto puede permitir que los virus se mezclen e intercambien genes si infectan la misma célula al mismo tiempo. Esta mezcla de segmentos genéticos podría producir potencialmente un virus completamente nuevo capaz de infectar a los humanos”.
Las personas que contrajeron la gripe aviar tras entrar en contacto con vacas lecheras, concretamente a través del genotipo B3.13, experimentaron en su mayoría síntomas leves, como conjuntivitis y tos. Sin embargo, algunas infecciones por B3.13 provocaron consecuencias más graves, como neumonía.
La profesora Pritt expresó su preocupación por la cepa D1.1 que se encuentra actualmente en aves silvestres, lo que ha generado “preocupación” por la posibilidad de enfermedades más graves, y agregó que es “difícil sacar conclusiones en este momento”.
El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido dice que varias cepas de gripe aviar han causado preocupación a lo largo de los años, como H5N1, H7N9, H5N6 y H5N8, señalando que esta última logró infectar a humanos en Rusia tan recientemente como febrero de 2021.
En el Reino Unido se han detectado las cepas H5N8 y H5N1 de la gripe aviar en aves de corral, aves cautivas y aves silvestres. Además, se ha detectado la cepa H5N6 en aves silvestres, aunque es diferente de la H5N6 contraída por los humanos en China.
Los síntomas de la gripe aviar pueden incluir fiebre alta, sensación de calor o escalofríos, dolores corporales, dolores de cabeza, tos o dificultad para respirar. Otros síntomas pueden incluir náuseas, dolor abdominal y torácico, diarrea, conjuntivitis y sangrado de la nariz o las encías.
The Mirror