Las maltrechas acciones de Credit Suisse perdieron más de una cuarta parte de su valor el miércoles, alcanzando así un mínimo histórico después de que su mayor accionista, el Banco Nacional Saudí, dijera a los medios que no inyectaría más dinero en el banco suizo en crisis.

La agitación en el precio de las acciones de Credit Suisse provocó una pausa automática en la cotización de las acciones del banco en el mercado de Suiza y provocó una caída de las acciones de otros bancos europeos de hasta dígitos dobles. Eso avivó nuevos temores sobre la salud de las instituciones financieras tras el colapso del Silicon Valley Bank en Estados Unidos y las preocupaciones sobre los prestamistas de tamaño medio.

Las acciones de Credit Suisse cayeron más de un 27% a alrededor de CHF$1,6 a media tarde en la bolsa de valores SIX del miércoles. Eso es más del 85% menos que en febrero de 2021.

La bolsa suiza dice que la caída de las acciones de Credit Suisse desencadenó una pausa automática temporal.

Otros bancos europeos estaban recibiendo una paliza en medio de las preocupaciones sobre el sector: el francés Société Générale SA cayó un 12%, el BNP Paribas de Francia cayó más del 10%, el Deutsche Bank de Alemania bajó un 8% y el británico Barclays Bank bajó casi un 8%. Las acciones de los dos bancos franceses se suspendieron brevemente.

La caída se produjo después de que Ammar Al Khudairy, presidente del accionista clave de Credit Suisse, Banco Nacional Saudí, dijo a Bloomberg y Reuters que descartó nuevas inversiones en el banco suizo para evitar las regulaciones que entran en vigor al tener una participación superior a 10%.

El Banco Nacional Saudí invirtió unos CHF$1.500 millones (US$1.500) para adquirir una participación de poco menos del 10%, ya que Credit Suisse buscaba recaudar fondos de los inversores el año pasado y lanzar una nueva estrategia para superar una serie de problemas.

Tales problemas incluyen malas apuestas en los fondos de cobertura, reestructuraciones repetidas de los altos mandos y un escándalo de espionaje que involucra al rival de Zúrich UBS.

El martes, Credit Suisse publicó su informe anual para 2022 indicando que los gerentes habían identificado “debilidades materiales” en el control interno del banco sobre la información financiera a fines del año pasado. Eso avivó nuevas dudas sobre la capacidad del banco para lidiar con la tormenta reciente.

Agencias