El gobierno alemán anunció este viernes que concluyó un acuerdo de indemnización por 2.428 millones de euros con los grupos energéticos afectados por el abandono de la energía nuclear, decidido en 2011 por la canciller Angela Merkel tras la catástrofe de Fukushima.

El caso se remonta a 2016, cuando un tribunal constitucional finalmente decidió que Berlín tenía que indemnizar a las empresas.

Según un comunicado oficial, la compesación será ofrecida a los operadores de las plantas alemanas de energía nuclear RWE, EnBW y EON/Preussen Elektra, y la sueca Vattenfall, que deberán cerrarán a finales de 2022.

Luego de que Merkel anunciara el abandono de la energía nuclear, siguió una batalla judicial entre el gobierno y los operadores de las centrales nucleares, que se consideraban perjudicados por esta decisión.

Sin embargo, las empresas se comprometieron a “retirar todos los procedimientos judiciales en curso y a abstenerse de emprender acciones o recursos contra el régimen de indemnización”, dijo el gobierno este viernes.

Todavía quedan seis centrales nucleares activas en Alemania, de las 17 que había antes del anuncio de Merkel. Ocho de ellas fueron desconectadas en 2011, tras el desastre de Fukushima.

Además, como parte de su política de transición ecológica del sector energético, Alemania también decidió abandonar el carbón antes de 2038.