Virgin Orbit, empresa filial de Virgin Galactic, ha conseguido colocar con éxito un satélite en órbita por primera vez desde un avión, y ha ayudado a la NASA a lanzar varios nanosatélites al espacio.

Este domingo, Virgin Orbit realizó su segundo vuelo de prueba con su cohete LauncherOne, que cuenta con un sistema de lanzamiento poco convencional. En lugar de despegar de una plataforma desde el suelo, el cohete viaja bajo el ala de un Boeing 747 modificado, llamado “Cosmic Girl”. Cuando el avión alcanza una localización determinada, el cohete despega y se pone en órbita. Y esto es exactamente lo que sucedió este domingo.

Como explicaron bien en The Verge, lanzando el cohete desde un avión, el sistema de lanzamiento de Virgin Orbit no necesita un cohete tan grande ni tanto combustible. Desde un punto de vista financiero, esto ayuda a reducir costes. Además, la compañía sostiene que su sistema es más flexible que otros, ya que en teoría podría lanzar satélites desde cualquier lugar desde donde pueda despegar y aterrizar un 737.

“Virgin Orbit ha logrado algo que muchos pensaban imposible”, dijo en un comunicado Richard Branson, CEO de Virgen. “Este magnífico vuelo es la culminación de muchos años de arduo trabajo y dará paso a una nueva generación de gente innovadora en el camino hacia la órbita “.

El lanzamiento exitoso fue una oportunidad de redención para Virgin Orbit, ya que su primer intento de vuelo orbital fracasó en mayo del año pasado. La compañía explicó más tarde que se produjo por un problema con una de las líneas de propulsión.

A diferencia de Virgin Galactic, que ha puesto sus ojos puestos en el turismo espacial, Virgin Orbit trabajará para poner estos pequeños satélites en órbita.

El LauncherOne puso en el espacio 10 nanosatélites, llamados CubeSats, que forman parte de la iniciativa de Lanzamiento Educativo de Nanosatélites de la NASA. En este programa participan estudiantes de distintas universidades que se involucran en todos los aspectos de la misión, desde el desarrollo del cohete y su ensamblaje, hasta la fase de pruebas y su lanzamiento.

Los CubeSats se llaman nanosatélites por una razón: tan solo tienen 10cm de ancho por 10cm de alto, explica la agencia. Aunque pueden actuar de forma individual (cada unidad pesa 1,33 kg), también se pueden combinar en grupos de dos, tres o seis. Los CubeSats que llevó LauncherOne fueron creados por ocho universidades de Estados Unidos junto con la propia NASA. Los satélites ayudarán en materias de investigación como el clima espacial, la radiación o los desechos espaciales, entre otros.

Virgin Orbit ya ha anunciado que tiene acuerdos con varios clientes para futuros lanzamientos, entre los que se encuentran la Fuerza Espacial de los Estados Unidos, la Royal Force de Reino Unido o el fabricante de satélites danés GomSpace.

Gizmodo