No por ir a baja velocidad, quiere decir que la conducción off-road no sea peligrosa. Al rodar en terrenos complicados, por barrancos, ríos, zanjas, entre otros, el manejar en situaciones extremas todoterreno puede terminar en un accidente ante el mínimo error del conductor.

Es por ello, que al conducir fuera de asfalto es importante llevar la misma concentración para evitar que sucedan incidentes, que incluso puedan cobrar la vida de quien maneje y/o de los pasajeros.

Una muestra de lo que puede pasar en una ruta todoterreno extrema, es lo que sucedió el 10 de octubre de 2020 en un camino de terracería en una de las elevadas y empinadas montañas de Telluride, Colorado.

Al circular cuesta abajo sobre la brecha conformada por curvas con giros de 180 grados y rodeada de desfiladeros, un grupo de Jeeps tuvo una mala jornada luego de una lamentable situación que involucró el derrumbe de uno de los vehículos.

Y es que, al complicarse una vuelta a uno de los Wrangler que conformaban el convoy, el conductor del vehículo de delante se detuvo para auxiliarlos en las maniobras, pero para desgracia de los ahí presentes, el freno de mano de este último se soltó, según la versión del dueño.

Aunque el conductor falló en el intento de detenerlo, el Wrangler cayó por el barranco. Desgraciadamente, en el interior viajaban una mujer de 23 años y dos perros, quienes en durante la serie de giros salieron disparados.

De acuerdo con el reporte de la policía, la acompañante, que fue traslada en helicóptero, sufrió heridas graves (se llevará dos años de recuperación), mientras que los perros corrieron con mejor suerte al tener contusiones leves (uno de ellos estuvo extraviado por dos días en la montaña).

Agencias