Un ataque ruso sobre la base militar ucraniana, a 40 kilómetros de Leópolis, y cerca de la frontera con Polonia, a unos 25 kilómetros, mató a 35 personas y dejó heridas a otras 134 personas, según el último balance del gobernador de la ciudad.

La Embajada de Estados Unidos en Kiev emitió un mensaje este domingo en que dijo “deplorar” el ataque del Ejército ruso la pasada noche al Centro Internacional para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad en Ucrania, donde habían trabajado instructores estadounidenses.

“Deploramos el ataque el Centro de Yavoriv, que mató a 35 persona e hirió a 134. El ataque el Centro, en el que EE.UU., Polonia, Lituania, Reino Unido, Canadá y otros entrenaban a fuerzas ucranianas no derrotará a los heroicos soldados allí entrenados”, indicó la Embajada en un mensaje en Twitter.

Unas horas antes, el Departamento de Defensa de Estados Unidos indicó que el ataque supone una expansión de los objetivos militares rusos en la guerra.

“Claramente, desde una perspectiva de ataques aéreos, los rusos están expandiendo sus objetivos militares”, indicó el portavoz del Pentágono, John Kirby, en una entrevista en el canal de televisión ABC.

Kirby recordó que el de la pasada madrugada es el tercer ataque de los últimos días por parte de Rusia contra instalaciones militares en el oeste de Ucrania, lo que lleva a la Inteligencia estadounidense a contextualizarlos en una nueva etapa de la estrategia rusa.

Leópolis (en el oeste de Ucrania), que se encuentra a 50 kilómetros de la base bombardeada, es una de las ciudades más relativamente seguras en Ucrania al situarse lejos del frente de batalla y esta es la primera vez que Moscú dirige un ataque contra sus afueras, que es punto de tránsito de los refugiados ucranianos que buscan huir hacia Polonia.