PITTSBURGH— Las propias células inmunitarias de Bill Ludwig y Doug Olson les curaron el cáncer.

En 2010, los dos hombres luchaban contra un tipo de cáncer de sangre llamado leucemia linfocítica crónica, que en su día se consideró incurable.

Ambos se habían sometido a varias rondas de tratamientos tradicionales, pero el cáncer seguía reapareciendo. Sin opciones, se ofrecieron como voluntarios para un ensayo clínico de una terapia experimental en la Universidad de Pensilvania (Penn), el cual modificaría sus propias células para atacar y eliminar selectivamente las células cancerosas. Este método se conoce como terapia celular CAR-T.

Más de una década después de convertirse en los primeros participantes del innovador ensayo, Ludwig y Olson seguían sin tener cáncer. Un análisis de los dos pacientes, publicado este mes en la revista Nature, muestra que las células modificadas seguían siendo detectables en sus organismos.

“Ahora podemos concluir que las células CAR-T pueden realmente curar a los pacientes con leucemia”, dijo Carl June, profesor de inmunoterapia en Penn y fue pionero en la terapia, durante una sesión informativa el 1 de febrero.

Desde entonces, decenas de miles de pacientes con cáncer han recibido terapias con células CAR-T, y varios de estos tratamientos han sido aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Las terapias con células CAR-T se administran ahora en todo el mundo, incluso a nivel local en AHN Cancer Institute y en UPMC Hillman Cancer Center. Aunque no representa una cura para todos los pacientes con cáncer, la terapia con células CAR-T es especialmente prometedora para los adultos con distintos tipos de cáncer en la sangre difíciles de tratar, así como para los niños con leucemia.

“Es un avance notable en esta área de tratamiento del cáncer, y promete ser adaptado para tratar otras formas de cáncer, en particular las que se ven con mucha más frecuencia”, dijo John Lister, jefe de la división de hematología y terapia celular en AHN Cancer Institute.

“Es ese tipo de éxito el que realmente te maravilla y que quieres tratar de duplicar y ampliar para todos los demás pacientes que ves”, dijo.

La noticia de los pacientes de Penn se produjo la misma semana en la que el Presidente Joe Biden relanzó la iniciativa Cancer Moonshot, con el objetivo de reducir la tasa de mortalidad por cáncer en al menos un 50 por ciento en los próximos 25 años. Señaló que la tasa de mortalidad ya se ha reducido en un 25 por ciento en los últimos 20 años, en parte gracias a nuevos tratamientos como las células CAR-T y otras inmunoterapias.

¿CÓMO FUNCIONA LA TERAPIA CAR-T?

La terapia CAR-T consiste en recoger las células T de un paciente, una parte importante del sistema inmunitario, y separarlas de la sangre. En el laboratorio, los científicos usan ingeniería genética para añadir un receptor en su superficie, lo que les permite reconocer y adherirse a una proteína específica de las células cancerosas. A continuación, los científicos cultivan más de estas células en el laboratorio y las infunden en el paciente.

¿EN QUÉ SE DIFERENCIA CAR-T DE LOS TRATAMIENTOS TRADICIONALES CONTRA EL CÁNCER?

Las células CAR-T suelen denominarse “terapia viva”. Son diferentes de los tratamientos tradicionales contra el cáncer, como la quimioterapia, la radiación y la cirugía, porque proceden de las propias células del paciente. El tratamiento se adapta a cada paciente.

“Usa el propio sistema inmunitario del paciente”, dijo Alison Sehgal, hematóloga y médica oncóloga de UPMC Hillman Cancer Center. “Es capaz de ajustar el sistema inmunitario del paciente para encontrar las células cancerosas y matarlas”.

Otra diferencia importante es que la quimioterapia y la radiación matan las células sanas junto con las cancerosas, lo que a menudo provoca la caída del cabello, náuseas y fatiga extrema. La CAR-T no tiene el mismo tipo de toxicidad que los tratamientos tradicionales contra el cáncer.

“No está exento de efectos secundarios, pero los efectos secundarios sin duda son diferentes a los que se experimentan en la terapia convencional”, dijo Lister.

¿QUIÉN PUEDE RECIBIR LA TERAPIA CELULAR CAR-T?

Las terapias con células CAR-T solo están aprobadas para tratar ciertos tipos de leucemias y linfomas en niños y adultos. Las células CAR-T están diseñadas para dirigirse a una proteína llamada CD19, que se encuentra en abundancia en los distintos tipos de cáncer en la sangre.

“Es un conjunto limitado de enfermedades que tienen esta proteína concreta en su superficie”, dijo Lister. “En este momento, no haría nada contra el cáncer de mama, el cáncer de colon, el cáncer de pulmón o el cáncer de estómago, por ejemplo”.

Para ser candidatos a la terapia celular CAR-T, los pacientes con estos tipos de cáncer tienen que haber fracasado primero en dos intentos de tratamiento oncológico tradicional, es decir, que su cáncer no haya respondido al tratamiento o haya reaparecido después del mismo.

“Creemos que en breve estará disponible para los pacientes que no respondan a una terapia de primera línea en estas enfermedades concretas,” dijo Lister.

¿QUÉ EFICACIA TIENE?

La tasa de éxito de la terapia con células CAR-T se sitúa entre el 30 y el 40 por ciento de remisión duradera.

“Si eso se traduce o no en una cura, creo que es lo que hace que la gente esté tan entusiasmada con este trabajo actual”, dijo Sehgal. “¿Podría ser que las personas que tienen remisiones de dos o tres años se consideren finalmente curadas? Esa es una pregunta que no hemos podido responder”.

¿CUÁLES SON LOS EFECTOS SECUNDARIOS?

La terapia con células CAR-T puede provocar a veces efectos secundarios graves o incluso potencialmente mortales. Uno de ellos es una respuesta inflamatoria denominada síndrome de liberación de citoquinas, que provoca fiebre y síntomas similares a los de la gripe. El otro se denomina toxicidad neurológica asociada a las células efectoras inmunitarias, un síndrome neuropsiquiátrico que puede manifestarse como confusión, dificultad para hablar y cansancio extremo.

Los médicos han estandarizado enfoques para tratar estas dos condiciones, y la mayoría de los pacientes que sufren estos efectos secundarios se recuperan rápidamente. Las terapias con células CAR-T no provocan la caída del cabello como lo hacen las terapias tradicionales contra el cáncer.

¿CUÁLES SON LAS TERAPIAS CELULARES CAR-T APROBADAS?

La FDA ha aprobado cinco terapias con células CAR-T: Kymriah, Yescarta, Tecartus, Breyanzi y Abecma.

¿ESTARÁ DISPONIBLE EL CAR-T PARA MÁS TIPOS DE CÁNCER?

Los científicos están intentando desarrollar CAR-T y otras terapias celulares para más tipos de cáncer. Pero conseguir que funcionen en tumores sólidos —como el de mama, el de colon y el de páncreas— ha sido todo un reto. Los estudios han descubierto que las células CAR-T no son capaces de penetrar eficazmente en los tumores sólidos, introducirse en ellos y permanecer el tiempo suficiente como para eliminar las células cancerosas.

Se están llevando a cabo ensayos clínicos para probar nuevos tipos de terapias celulares, así como combinaciones de terapias celulares CAR-T, aprobadas junto con otros tratamientos, para aumentar su eficacia.

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