Cerca de 700 niños latinos sufrieron en el último año el síndrome inflamatorio multisistémico, una nueva enfermedad relacionada con el coronavirus, según el informe más reciente de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). Los hispanos representan el 37% del total de casos registrados (2,060 en todo el país), siendo la raza o etnia más afectada por esta enfermedad, junto con los negros (32%).

El informe también muestra un reciente aumento de casos del nuevo síndrome desde mediados de octubre, siguiendo la tendencia de la tercera ola de contagios de COVID-19 a nivel nacional. Si bien no se dan las cifras exactas por semana, se indica que a mediados de diciembre había más de diez casos en promedio por semana, mientras que en octubre había menos de cinco.

Una situación que alarma a los especialistas es la posibilidad de que los casos sean más severos que en 2020.

“Esta vez, parece que un porcentaje más alto de los niños están realmente enfermos de gravedad”, dijo Roberta DeBiasi, jefa de enfermedades infecciosas del Children’s National Hospital en Washington D.C. al periódico The New York Times. Durante la primera ola de casos, cerca de la mitad de los pacientes necesitaban tratamiento en la unidad de cuidados intensivos del hospital, pero ahora lo requieren entre el 80 y el 90%.

Expertos indican que el tipo de trabajo que realizan los latinos, muchos de ellos esenciales, y las condiciones socioeconómicas de la comunidad, como habitar en viviendas con más personas, pueden ser algunos de los factores generan una mayor exposición al coronavirus y, en consecuencia, más casos del síndrome.

Sin embargo, aún se desconoce por qué el nuevo síndrome afecta a algunos niños y a otros no, indica el informe de las autoridades sanitarias.

El nuevo síndrome es complicación rara pero grave del COVID-19 que involucra la inflamación de órganos, incluidos el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel y los ojos.

En total, se han registrado 2,060 casos y 30 muertes, desde mediados de mayo hasta la primera semana de febrero, en 48 estados, Puerto Rico y el Distrito de Columbia, según el informe. De ellos, 690 eran latinos y 600 negros, por lo que entre ambas comunidades reúnen el 69% de los casos.

Algunos de los estados con mayor cantidad de casos tienen grandes poblaciones latinas como California, Florida, Nueva Jersey, Nueva York y Texas (más de 50 casos en estos estados). Otros como Missouri, New Mexico, Dakota del Norte y Puerto Rico, han reportado menos de 10 casos.

En la mayoría de los casos, los pequeños tenían entre 1 y 14 años, pero se han registrado infecciones en recién nacidos y jóvenes de hasta 20 años.

Aunque cada vez hay más información sobre la nueva condición, los pediatras pueden pasar por alto el síndrome inicialmente porque los primeros síntomas pueden ser similares a algunas dolencias comunes.

Los síntomas del síndrome pueden incluir fiebre, sarpullido, ojos rojos o problemas gastrointestinales. Con el tiempo, agravarse con una disfunción cardíaca, incluido un choque cardiogénico, en el que el corazón bombea sangre de manera inadecuada. Algunos pacientes desarrollan además miocardiopatía.

Los médicos tampoco están seguros de qué factores predisponen a los niños al síndrome. Jane Newburger, jefa asociada de asuntos académicos en el Departamento de Cardiología del Boston Children’s Hospital, quien es líder de un estudio a nivel nacional, indica que los pacientes con obesidad y algunos niños mayores parecen tener casos más graves.

Con información de The New York Times.