Las pérdidas de la institucion bancaria española se registran luego de las dotaciones por la crisis del COVID-19 y de un deterioro de 12.600 millones de euros (15.337,3 millones de dólares) en el valor de sus filiales en Reino Unido, Estados Unidos y Polonia.

Según la información remitida este miércoles (3.02.2021) al supervisor del mercado español, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), excluyendo esos ajustes contables, el beneficio ordinario anual se situó en 5.081 millones de euros (6.184,8 millones de dólares), un 38 % menos, en línea con el objetivo que avanzó en octubre la presidenta del grupo, Ana Botín.

La solvencia, medida por el ratio de capital de máxima calidad CET1, subió hasta el 12,34 %, por encima del rango objetivo del 11-12 %.

En el cuarto trimestre estanco, el beneficio ordinario fue de 1.423 millones de euros (1.732 millones e dólares), un 16 % menos que en el trimestre anterior, debido a que la mejora de los ingresos se vio contrarrestada por la contribución al fondo de garantía de depósitos en España y el impuesto bancario en Reino Unido, además de por las mayores provisiones.

Los préstamos y anticipos a la clientela se redujeron un 2,8 % en comparación interanual y quedaron en 916.199 millones de euros, con una morosidad del 3,21 % mejor que el 3,32 % de 2019; en tanto que los depósitos de los clientes crecieron un 3 % y sumaron 849.310 millones. (EFE).