Bill Gates advirtió que es posible que no hayamos visto lo peor de la pandemia de covid-19 y que podría surgir una variante más mortal del virus.

El multimillonario de Microsoft declaró que no quería ser “muy pesimista”, pero que había un “cinco por ciento de riesgo” de que la pandemia empeorara e instó a los líderes mundiales a gastar más para aumentar la preparación contra las amenazas a la salud.

Gates advirtió durante mucho tiempo sobre las amenazas globales que representan los virus. Anteriormente dio una charla en 2015 en la que afirmó que el mundo “no estaba listo para la próxima epidemia” y que los virus, no la guerra, representan el mayor riesgo de “catástrofe global”.

El filántropo le comentó al Financial Times: “Todavía estamos en riesgo de que esta pandemia genere una variante que sería aún más transmisible e incluso más fatal”.

“No es probable, no quiero ser una voz de pesimismo, pero está muy por encima del 5 por ciento de riesgo de que en esta pandemia, ni siquiera hayamos visto lo peor”.

El filántropo también solicitó un equipo de expertos, con un costo de alrededor de mil millones de dólares, el cual sería administrado por la OMS, para detectar y prevenir futuras pandemias.

Él dijo: “La cantidad de dinero involucrada es muy pequeña en comparación con el beneficio y será una prueba: ¿pueden las instituciones globales asumir nuevas responsabilidades de manera excelente, incluso en un periodo de tiempo en el que las [relaciones] entre EE.UU. y China son difíciles? ¿Las relaciones EE.UU. – Rusia son bastante difíciles?”.

Esto ocurre cuando el director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a los países a mantener la vigilancia de las infecciones por coronavirus. Expresó que el mundo estaba “ciego” a cómo se propaga el virus debido a la caída de las tasas de prueba.

“A medida que muchos países reducen las pruebas, la OMS recibe cada vez menos información sobre transmisión y secuenciación”, comentó en una conferencia de prensa en la sede de la agencia de la ONU en Ginebra.

“Esto nos hace cada vez más ciegos a los patrones de transmisión y evolución”.

Bill Rodriguez, director general de FIND, un grupo de ayuda mundial que trabaja con la OMS para ampliar el acceso a las pruebas, comentó que “las tasas de pruebas se desplomaron entre un 70 y un 90 por ciento”.

“Tenemos una capacidad sin precedentes para saber lo que ocurre. Y, sin embargo, hoy, debido a que las pruebas han sido la primera víctima de una decisión global de bajar la guardia, nos volvemos ciegos ante lo que sucede con este virus”, agregó.

En otros sucesos relacionados, un análisis de datos de 50 estudios demostró que casi la mitad de las personas que se recuperan del coronavirus todavía sufren secuelas del covid.