Sao Paulo, 27 dic (EFE).- Brasil sumó 307 muertes y 17.246 nuevos casos confirmados de covid-19 en la última jornada, por lo que el total de infectados roza ya los 7,5 millones, diez meses después de la confirmación del primer contagio, informó este sábado el Gobierno.

De acuerdo con el más reciente boletín difundido por el Ministerio de Salud, el gigante suramericano acumula así un total de 190.795 fallecidos y 7.465.806 contagiados desde que confirmó el primer caso de la enfermedad en su territorio, el pasado 26 de febrero.

Los números de este sábado son significativamente menores que los de los últimos días, en los que se rondó el millar de muertes y se superaron los 40.000 contagios por día en diversas jornadas.

Sin embargo, la propia cartera ya reconoció que las cifras normalmente caen los fines de semana debido a la falta de personal para recopilar los datos, que sólo suelen ser consolidados los martes.

En su reporte, la cartera informó además que 6.475.466 personas ya están recuperadas de la covid-19 en Brasil, mientras que 799.545 siguen bajo el acompañamiento de las autoridades sanitarias.

Este sábado, la tasa de mortalidad por el patógeno se situó en 91 decesos por cada 100.000 habitantes, en tanto que la de incidencia fue de 3.553 personas infectadas por cada 100.000 individuos.

El estado de Sao Paulo, el más poblado del país con 46 millones de habitantes, se mantuvo como uno de los epicentros de la pandemia y llegó a 45.808 muertes y 1,42 millones de casos confirmados de la enfermedad.

La región paulista terminó la semana con un promedio de 5.600 nuevos casos cada día, lo que supone un aumento de 1.000 contagios diarios sobre el promedio de la semana inmediatamente anterior, mientras que la media de nuevos fallecimientos superó los 111 decesos por día, lo que no ocurría desde hacía varias semanas.

Ante la situación y en un intento de frenar la evolución de la pandemia, los habitantes de Sao Paulo estarán totalmente confinados los próximos 26 y 27 de diciembre y los días 1, 2 y 3 de enero.

Otras regiones de Brasil, como Río de Janeiro, el sureño estado de Paraná o el amazónico Amazonas, igualmente han implementado duras medidas de restricción con el objetivo de minimizar los riesgos de contagio durante las fiestas de fin de año.