La carrera armamentística de las próximas décadas se centrará, más allá de las inteligencias artificiales, en el cielo. Un tablero que aspiraba a dominar el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, tras la invasión rusa en febrero de 2022. Y es un campo de desarrollo de las principales potencias del mundo, con Estados Unidos y China a la cabeza.

Washington presentó años atrás el que pretende ser su bastión en lo que se refiere a los cazas de sexta generación, el B-21 Raider. Esta aeronave, capaz de pasar inadvertida para los radares enemigos, podrá realizar ataques de largo alcance y misiones de vigilancia. No obstante, su plan de desarrollo queda en entredicho con el Departamento de Eficiencia Gubernamental, que dirige Elon Musk.

Un ambicioso plan de recortes que afectará también al gasto en Defensa. Y, en estas, desde Pekín llegó en los últimos meses la maqueta de un caza de combate que está llamado a poner en entredicho a la fuerza aérea de Estados Unidos. Una segunda versión del ‘Emperador Blanco’ (Baidi), un caza furtivo que ha llamado la atención de los expertos por sus potenciales capacidades.

Su presentación tuvo lugar en el pasado Salón Aeronáutico de Zhuhai, donde se muestran los principales avances tecnológicos del país en lo relativo a su industria aeroespacial. Una declaración de intenciones en toda regla, con un avión de sexta generación desarrollado por la Corporación de la Industria de Aviación de China (AVIC). Forma parte del Proyecto Nantianmen, un programa de investigación de tecnología espacial que se completa con otro caza, el Xuannv. En dicha exhibición se adelantó que la intención de esta versión es mejorar la interacción hombre-máquina.

Un concepto ‘agresivo’ y aerodinámico

Este caza cuenta con un fuselaje y unas alas en forma de diamante, un diseño completamente aerodinámico que resalta las intenciones de China de apostar por la tecnología furtiva, intentando que sea indetectable para el enemigo. “El morro puntiagudo y redondeado del caza está diseñado meticulosamente para cortar el aire con una turbulencia mínima, mientras que su forma general se funde a la perfección con el cielo. La cubierta de la cabina del avión presenta un diseño oscuro y de varias secciones, probablemente con capas para reducir los reflejos”, detallan sobre él.

El ‘Emperador Blanco’ tiene unas características de sigilo mejoradas, mientras que el compartimento de armas se ha hecho más grande para que sea equipado con misiles hipersónicos con capacidad nuclear. Por otro lado, cuenta con armas antisatélite y está diseñado para desarrollar operaciones en una altitud cercana al espacio.

El diseñador jefe de Chengdu Aerospace, principal fabricante de cazas de combate del país asiático, estimó a comienzos del pasado año que se podrían poner en marcha de cara al año 2035. Pero, tras mostrarse en vuelo a final del mes de diciembre, estos plazos podrían adelantarse.