Un grupo conformado por 32 científicos inició una misión de más de dos meses a bordo de un barco estadounidense, con el objetivo de estudiar el enorme glaciar Thwaites, ubicado frente al mar de Amundsen, al este de la Península Antártica.

Es una misión lanzada en conjunto por Estados Unidos y el Reino Unido, con un costo de unos $50 millones de dólares.

Los expertos navegan hacia “el punto del mundo más difícil de alcanzar”, con el objetivo de determinar cuál es la velocidad con la que el glaciar de la Antártida se está derritiendo, como consecuencia del calentamiento global. También pretenden saber cuánto subirán las aguas del mar por esa razón.

Para la exploración, utilizarán dos aparatos automáticos. Medirán la temperatura del agua, el lecho marino y el espesor del hielo.

“El glaciar del fin del mundo”
Se trata de un glaciar del tamaño de Florida, el más ancho del mundo. Se le conoce como “el glaciar del fin del mundo” por su gran tamaño y el gran impacto que podría provocar que se derritiera por completo: a lo largo de cientos de años, el nivel de las aguas podría subir 65 centímetros, o dos pies.

“Diría que el Thwaites es la principal razón por la que hay tanta incertidumbre en torno a las proyecciones sobre el aumento del nivel de los mares. Ello se debe básicamente a que es una región muy remota, a la que es difícil llegar. Es potencialmente inestable y por ello nos preocupa mucho”, dijo la oceanógrafa Anne Wahlin en una entrevista desde un rompehielos.

Este glaciar “se ve distinto a otras plataformas heladas. Es como una mezcla de icebergs que se han fundido. Es cada vez más evidente que esta no es una masa sólida de hielo, como otras plataformas heladas, de hielo sólido y suave; es mucho más irregular y resquebrajada”.

Cada año, el glaciar en cuestión echa 50,000 millones de toneladas de agua al mar; es el responsable del aumento de ni más ni menos el 4% del aumento del nivel de las aguas.

Las condiciones que lo hacen perder hielo son más intensas con el paso del tiempo, considera el científico de la Universidad de Colorado Ted Scambos.

Erin Pettit, glacióloga de la Universidad Estatal de Oregon, afirma que el derretimiento ocurre de tres formas: la parte sumergida en el océano se derrite, pierde la adherencia al fondo del mar y su caparazón helado se fisura como si fuera un vidrio roto.

La Opinión