Desde que Facebook adoptó el nombre oficial de Meta, en octubre de 2021, la compañía ha perdido más de dos tercios de su valor en la bolsa de mercado. Si bien las dificultades no se pueden atribuir solo al cambio de nombre, hasta ahora, la “era Meta” no le ha traído mucha suerte a la empresa de Mark Zuckerberg.

Un mes antes del cambio de imagen, Meta, que controla las plataformas de Instagram y WhatsApp, alcanzó un alza histórica en el mercado bursátil. Pocas semanas después, las revelaciones de la informante Frances Haugen, exempleada de Facebook, tuvieron un fuerte impacto negativo.

Haugen filtró miles de documentos internos a The Wall Street Journal, que demuestran cómo la compañía priorizó las ganancias en lugar de abordar temas como el odio en redes, la violencia y la desinformación en sus plataformas.

Los problemas se siguieron acumulando durante 2022. Ese año, Meta fue oficialmente la compañía con el peor desempeño, según el índice S&P 500. Los resultados trimestrales más recientes, publicados a finales de octubre, revelaron una caída del 4 por ciento en los ingresos. Este es su crecimiento más lento en una década y tiene que ver también con la pérdida de importancia en el área de la publicidad.

Los ingresos publicitarios están cayendo rápidamente de cara a la fuerte competencia de empresas como TikTok, Amazon, Microsoft y Apple. Asimismo, como consecuencia de la inflación y la subida de las tasas de interés, Meta se ha visto obligada a reducir el presupuesto publicitario.

Metaverso, ¿un proyecto demasiado costoso?
Pese a los bajos números y las dificultades económicas, la empresa sigue invirtiendo fuertemente en sus proyectos del metaverso, preocupando a los inversores involucrados en el proceso.

A lo largo de los últimos años, Meta ha gastado miles de millones en laboratorios de realidad virtual, sus unidades del metaverso, aunque se desconoce el monto exacto. En octubre, la empresa reveló que las pérdidas de sus laboratorios de realidad virtual crecerían “significativamente” en 2023, habiendo alcanzado ya cerca de 10 mil millones de dólares a finales de septiembre de 2022.

Durante una llamada con inversores en ese tiempo, Zuckerberg aseguró que continuaría invirtiendo fuertemente en el proyecto, pese a la oposición de varios inversores, según el Financial Times.

“Hay mucho potencial, pero lamentablemente el precio para levantar el proyecto del suelo es astronómico”, dice a DW Sophie Lund-Yates, analista de Hargreaves Lansdown.

Multas por uso indebido de datos
Asimismo, Meta también está bajo una creciente presión legal. A principios de enero, la Comisión Irlandesa de Protección de Datos impuso a Meta una multa por casi 400 millones de euros por infracciones del Reglamento Europeo de Protección de Datos, en relación con sus servicios de Facebook e Instagram.

Meta tiene tres meses para acatar la ley europea. Este es el ejemplo más reciente de la batalla de la compañía por poder seguir usando, como de costumbre, los datos de sus usuarios para fines publicitarios.

Max Schrems, un defensor austríaco de los derechos de privacidad, que en varias ocasiones ha desafiado a Meta, dijo que la nueva legislación de privacidad comunitaria afecta fuertemente las ganancias de la compañía en la Unión Europea. “Ahora se tiene que preguntar a la gente si quiere que sus datos sean usados para fines publicitarios o no”, agregó.

2023, un año crítico
Técnicamente, en 2023, Facebook celebra su vigésimo aniversario, ya que, en 2003, Zuckerberg diseñó “FaceMash” en la Universidad de Harvard, la plataforma que un año más tarde sería lanzada como Facebook.

Será un año crítico. Meta reveló que, en 2023, los gastos de capital podrían ascender a 39 mil millones de dólares, mientras la empresa busca intensificar sus inversiones en laboratorios de realidad virtual y el metaverso. Las acciones de la compañía cayeron un 25 por ciento en tan solo un día cuando se dio a conocer la noticia en octubre.

(vt/rml)

Autor: Arthur Sullivan