Venkatesh Shankar – The Conversation

Jeff Bezos dejará el cargo de director ejecutivo de Amazon casi 27 años después de fundar la empresa en un garaje de Seattle para vender libros a través de internet.

Amazon no fue la primera librería en vender en línea, pero quería ser “la más grande de la Tierra”. En sus inicios, una campana en la sede de la empresa en Seattle sonaba cada vez que se realizaba un pedido. En cuestión de semanas, el timbre sonaba con tanta frecuencia que los empleados tuvieron que apagarlo.

Pero Bezos (Albuquerque, Nuevo México, 57 años), que seguirá formando parte de la junta directiva, se propuso convertirla en una “tienda de todo”. Después de lograr el dominio en el comercio minorista, la compañía se convirtió en un conglomerado global en numerosas líneas de negocios.

Amazon es la tercera empresa estadounidense más valiosa, detrás de Apple y Microsoft, con una capitalización bursátil de 1.7 billones de dólares, mayor que el producto interno bruto de todos los países menos una docena. Así es como Bezos, que posee una fortuna valorada en casi 200,000 millones de dólares, según la revista Forbes, reformuló el comercio minorista.

Redefiniendo la venta al consumidor

Amazon, bautizado con el nombre del río más grande del mundo, llevó la comodidad de hacer compras a un nivel superior.

Antes de su fundación, el 5 de julio de 1994, los consumidores tenían que acudir a tiendas para descubrir y comprar cosas. Ir de compras solía ser un trabajo duro: deambular por varios pasillos en busca de un artículo deseado, lidiar con niños que lloraban y protestaban, y esperar en largas filas para pagar. Hoy en día, las tiendas intentan llegar a los compradores estén donde estén, en cualquier momento y a través de múltiples canales y dispositivos.

Después de experimentar por primera vez el envío gratuito de dos días del programa de membresía Amazon Prime, los usuarios ya esperaban lo mismo del resto de competidores. Se estima que 142 millones de personas en EE.UU. pagan por este servicio.

La empresa hizo que las compras fueran más cómodas gracias a funciones como los pedidos con un solo clic; recomendaciones personalizadas; recogida de paquetes en los centros y casilleros de Amazon; pedir productos con solo tocar un botón; y entrega a domicilio con Amazon Key, un servicio para depositar tus paquetes en el interior de tu hogar.

Los compradores también pueden buscar y pedir artículos a través de un simple comando de voz a un dispositivo Echo o haciendo clic en una imagen de Instagram o Pinterest. Amazon incluso tiene una tienda Go sin cajero en Seattle.

La empresa también ha provocado un aumento de cierres de tiendas físicas que no pueden seguir el ritmo de los cambios en el comercio minorista. Incluso antes de la pandemia, las tiendas estaban cerrando a un ritmo alto, y los analistas pronosticaban un inminente “apocalipsis minorista”.

Amazon se benefició enormemente el año pasado, ya que gran parte del país se bloqueó por la pandemia y los pedidos en línea se dispararon para evitar acudir a tiendas físicas.

El gigante electrónico superó por primera vez los 100,000 millones de dólares en ventas trimestrales, cifra que solo han alcanzado el gigante de la distribución Wal-Mart, la petrolera Exxon Mobil, y Apple, que traspasó esa barrera hace una semana. En concreto facturó 125,555 millones de dólares entre octubre y diciembre: casi 1,400 millones de dólares al día, beneficiados por las compras desde casa por la pandemia y las Navidades.

El beneficio también se disparó hasta los 7,222 millones de dólares, más del doble respecto a los 3,268 millones del mismo periodo del año anterior. El gigante electrónico espera superar de nuevo los 100,000 millones en el primer trimestre de 2021.

El precio de las acciones de Amazon casi se ha duplicado desde el cierre del país en marzo de 2020, incluso cuando más de 11,000 tiendas minoristas se vieron obligadas a cerrar.

Empleo masivo

El impacto de Amazon se extiende a otras industrias, como la inteligencia artificial, a través de su dispositivo Alexa, los servicios en la nube como Amazon Web Services y productos como drones.

El impacto de la firma es tal que competidores y observadores de la industria utilizan el término “Amazoned” para describir su modelo de negocio y sus operaciones interrumpidas por Amazon.

La firma es la segunda con más empleados que cotiza en bolsa más grande de EE.UU. y la quinta más grande del mundo. Da trabajo a 1.2 millones de personas y durante la pandemia contrataron a 427,000. No es de extrañar que la compañía generara tanto revuelo en 2018 cuando realizaron un concurso para seleccionar una ubicación para su segunda sede. Finalmente eligieron Arlington, Virginia.

La cultura laboral del negocio es intensa. Tiene la reputación de ser un entorno despiadado con una alta tasa de agotamiento de los empleados, ya que automatiza tantos trabajos como sea posible, principalmente en el almacenamiento.

Al mismo tiempo, después de recibir críticas, Amazon dio un paso al frente en 2018 y aumentó el salario mínimo para sus empleados estadounidenses a 15 dólares la hora.

Ante las crecientes críticas sobre el impacto de las cajas de los paquetes y otros materiales de embalaje en el medio ambiente, la compañía también se ha comprometido a revelar más información sobre su impacto ambiental.

La próxima generación

¿Qué le espera a Amazon cuando Bezos deje su puesto de director ejecutivo en algún momento del tercer trimestre del año?

Bezos, que seguirá formando parte de la junta directiva, declaró anteriormente que su objetivo es evitar que el proyecto muera. Como señaló en una reunión de 2018: “Amazon no es demasiado grande para fallar”.

Como profesor de marketing que ha realizado investigaciones sobre el comercio minorista en línea y analizado cientos de casos, creo que el futuro de la empresa, y el de la humanidad, está indisolublemente ligado al auge de la inteligencia artificial. Comenzando con Alexa, la asistente virtual que apuesta por esta teconología.

De hecho, la compañía está probando el envío anticipado, un método en la que prevé lo que necesita los compradores y envía los artículos por correo antes de que hagan el pedido. Los clientes pueden quedarse con los productos que les gusten y devolver los que no quieran sin cargo. También está apostando por las tiendas sin cajero y los robots domésticos con inteligencia artificial.

El éxito futuro de la compañía dependerá de cómo el mandatario entrante, el actual director de computación en la nube, Andy Jassy, ​​navegue por estas nuevas tecnologías mientras impulsa el negocio hacia más industrias, como la atención médica y los servicios financieros.

Su desafío es mantener vivo el legado de Bezos y la cultura disruptiva de Amazon.