PORTLAND, Oregón — Es un objetivo audaz en un lugar con una gran crisis de vivienda: Conseguir que hasta dos mil oregonianos sin hogar se instalen bajo techo este invierno gastando 65 millones de dólares en dinero del estado para comprar hasta 20 hoteles insuficientemente utilizados.

Project Turnkey de Oregón, que tomó como modelo un programa similar en California, nació de la necesidad de proporcionar refugio y practicar el distanciamiento social durante la pandemia. Los efectos económicos de la pandemia y los incendios forestales han agravado una crisis preexistente de falta de vivienda y de vivienda asequible en la Costa Oeste.

El alojamiento temporal de personas sin hogar en hoteles no es nada nuevo. Los organismos de vivienda y servicios sociales suelen utilizar vales de hotel durante las épocas de frío extremo o los desastres naturales. Muchas comunidades han utilizado el dinero de la Ley Federal CARES para proporcionar alojamiento temporal en hoteles.

Pero al comprar hoteles sistemáticamente, Oregón y California han dado un paso más. Cuando la pandemia termine, los dos estados continuarán usando los hoteles como refugios de emergencia para personas sin hogar, vivienda transitoria o vivienda permanente asequible. En Oregón, los proveedores de vivienda y servicios sociales sin fines de lucro serán los propietarios y administradores de los hoteles convertidos en viviendas.

“Sabíamos que había necesidad de un refugio inmediato”, comentó Megan Loeb, que dirige el Project Turnkey de la Oregon Community Foundation, la organización sin fines de lucro que administra el programa para el estado. “Sabíamos que era una forma rentable de crear refugios, pero también sabíamos que podía ser un beneficio secundario como vivienda a largo plazo, una vez que la pandemia termine”.

Debido a que los proveedores de vivienda sin fines de lucro serán los dueños de las instalaciones en Oregón, podrán ofrecer servicios como asesoramiento, capacitación laboral, atención médica y tratamiento de adicciones. Eso es mucho más útil que los vales de hotel temporales, opina la representante estatal Pam Marsh, una demócrata que representa a las comunidades del sur de Oregón donde los incendios forestales dejaron a miles de personas sin hogar este verano.

“Seremos dueños de estas instalaciones a largo plazo”, afirma Marsh. “No se trata solo de invertir dinero en la renta de un motel por una sola temporada, se trata de tener un activo que podamos seguir utilizando para los mismos fines una y otra vez”.

Los refugios tradicionales para los sin techo pueden costar menos, pero las habitaciones de hotel permiten a la gente la dignidad de sus propios baños y la privacidad, señaló Marsh. Las habitaciones también pueden alojar a parejas, familias y personas con mascotas.

Cuando los hoteles se utilizan como viviendas de transición a largo plazo, puede dar a la gente tiempo para “prepararse para la próxima transición a una vivienda permanente”, dijo Marsh.

Muchas comunidades han utilizado las habitaciones de hotel como solución de alojamiento temporal durante la pandemia, según una encuesta del Urban Institute, una organización de investigación sin fines de lucro con sede en Washington, D.C. Aun así, esas comunidades han podido atender sólo a alrededor del 18 por ciento de su población sin hogar, según el Urban Institute. Miles de personas han dormido al aire libre o en condiciones precarias durante la pandemia, según el informe.

Sin embargo, los hoteles han sido muy eficaces cuando se han utilizado. Según los primeros resultados de un estudio de la University of Washington, cuando las personas sin hogar pudieron mudarse a hoteles del Condado de King, en Washington, cuya sede es Seattle, se redujo la transmisión del coronavirus.

El estudio halló que las personas que recibieron refugio en hoteles informaron sobre una mejor salud física y mental, y pudieron cambiar su enfoque de la supervivencia diaria a objetivos a largo plazo, como encontrar trabajo y una vivienda permanente.

Ahora, el Condado de King también está considerando comprar hoteles en 2021 para que sirvan como vivienda a largo plazo para hasta dos mil personas. Es una iniciativa que los funcionarios de vivienda tal vez no hayan considerado sin la urgencia de la pandemia, una infusión de ayuda federal y propietarios de hoteles dispuestos a vender debido a la pronunciada declinación de los viajes.

Ciudades de todo Estados Unidos están considerando la posibilidad de comprar hoteles, comentó Samantha Batko, investigadora asociada del Urban Institute. Esas ciudades incluyen comunidades rurales de Montana, así como Richmond, Virginia, y Austin, Texas.

“Los hoteles y las conversiones de hoteles prometen un tipo alternativo de alojamiento temporal”, agregó Batko.

Durante la pandemia, California ha alojado a unas seis mil personas en cuatro mil habitaciones en 37 hoteles de la ciudad y el Condado de Los Ángeles, y a miles más en otras partes del estado. Pero recientemente, a medida que el dinero federal para emergencias se ha ido agotando, California comenzó a dar marcha atrás en la estrategia de pagar por las habitaciones como solución de refugio para la pandemia, y ha comenzado a comprar hoteles.

Project Turnkey de Oregón sigue el modelo del plan de compra de hoteles de California, un esfuerzo de 835 millones de dólares conocido como Project Homekey, que evolucionó a partir del programa de California para rentar habitaciones temporales en hoteles para personas sin refugio durante la pandemia. El gobernador demócrata Gavin Newsom lanzó el programa inicial de California, llamado Proyecto Roomkey, con fondos federales para la pandemia y la asistencia de la Agencia Federal de Administración de Emergencias.

Desde entonces, California ha comenzado a comprar hoteles enteros, utilizando una combinación de dinero federal y estatal. El estado también ha concedido más de 835.6 millones de dólares a 48 jurisdicciones para 93 proyectos que convertirán seis mil 55 unidades hoteleras en viviendas. Incluyen un proyecto en el Condado de Los Ángeles para comprar un hotel de 81 unidades con cocinetas por 11.75 millones de dólares y convertirlo en una vivienda de apoyo permanente.

Rentar miles de habitaciones de hotel durante la pandemia fue una solución temporal, indicó Heidi Marston, directora ejecutiva de Los Angeles Homeless Services Authority, en un comunicado de prensa. En septiembre, la agencia anunció que cuenta con el dinero para encontrar una vivienda más permanente para al menos cuatro mil 900 de las personas más vulnerables que se encuentran sin hogar, incluyendo personas mayores de 65 años y aquellos con padecimientos subyacentes que los ponen en mayor riesgo de contraer COVID-19. En los próximos seis meses, los funcionarios esperan hacer la transición de 400 a mil personas al mes de 37 refugios de emergencia hacia viviendas.

La compra de hoteles es una estrategia inteligente, dijo Christopher Ptomey, investigador de vivienda y director ejecutivo del Terwilliger Center for Housing del Urban Land Institute.

“Con los desafíos que se ven en el mercado de la hospitalidad y la enorme cantidad de necesidades que se ven en el lado de la vivienda, tiene sentido que esta sea una de las muchas soluciones que las comunidades deben buscar”, dijo Ptomey. “Un hotel vacío no está ayudando a un vecindario”.

En Oregón, los expertos en vivienda afirman que están aprovechando el momento. Tenían que encontrar un refugio que cumpliera con los requisitos de seguridad ante el COVID-19, y querían que fuera útil pasando la pandemia.

Es mucho más barato comprar las propiedades que pagar constantemente renta, dijo Ernesto Fonseca, director ejecutivo de Hacienda CDC, una organización que construye viviendas económicas para las comunidades latinas de Oregón. Y debido a que las propiedades que están comprando tienen características como baños, camas y ocasionalmente cocinetas, los hoteles del Project Turnkey de Oregón podrían estar en funcionamiento tan pronto como en enero.

“Es una cronograma loco en el que nos estamos metiendo, pero es necesario”, dijo Fonseca.

Project Turnkey comenzó este verano cuando los funcionarios de vivienda locales buscaron una manera rápida de encontrar alojamiento para los trabajadores agrícolas migrantes que vivían en condiciones de hacinamiento en la parte este del estado en medio de un brote de COVID-19. El programa fue aprobado este otoño por la Junta de Emergencia del estado, un comité de 20 legisladores estatales que se reúnen cuando la legislatura en pleno no está en sesión. Se está pagando con dinero del fondo general, no con la asistencia federal para la pandemia.

El programa se dividió en dos partes: 30 millones de dólares para las comunidades donde los incendios destruyeron cuatro mil hogares este verano y 35 millones de dólares para las necesidades de vivienda en otras partes del estado. Con la disminución de los viajes de placer y de negocios, se pusieron a disposición muchos hoteles que antes no eran asequibles o ni siquiera estaban en el mercado. La Oregon Restaurant and Lodging Association ayudó al estado a identificar más de 30 propiedades con vendedores dispuestos. Todos los hoteles potenciales están cerca de las comodidades o cerca del tránsito, y todos son relativamente nuevos o recientemente renovados, añadió Loeb.

Oregón y California tienen de las tasas estatales más altas de personas sin hogar en el país y el estado de Washington no está muy lejos, según la National Alliance to End Homelessness. Se estima que había unas 151 mil personas sin hogar solo en California antes de la pandemia.

La falta de vivienda tiene múltiples causas complejas, pero el alto costo de la vivienda en las economías de la costa oeste, de rápido crecimiento tecnológico, encabeza la lista.

Los legisladores que apoyaron el Project Turnkey en Oregón indican que la compra de hoteles es parte de un esfuerzo general para abordar la asequibilidad de la vivienda.

“No es la respuesta completa, es una pequeña pieza”, comentó la representante estatal Alissa Keny-Guyer, demócrata por Portland, que encabezó el comité legislativo que propuso muchas de las próximas soluciones de vivienda.

Entre las otras piezas están los cambios de zonificación. En 2019, la gobernadora demócrata Kate Brown firmó una ley que prácticamente elimina las regulaciones de zonificación de viviendas unifamiliares. Las ciudades de Oregón con más de 10 mil residentes deben permitir los dúplex en áreas previamente zonificadas exclusivamente para viviendas unifamiliares. Las ciudades de más de 25 mil también deben permitir casas adosadas, tríplex y cuádruples. El proyecto de ley de vivienda de 2019 formaba parte de un paquete que incluía medidas de control de alquileres y otras ayudas para la vivienda.

Y, en mayo, los votantes de tres condados del área de Portland aprobaron un impuesto sobre la renta para recaudar dinero para vivienda y servicios relacionados para las personas sin hogar o que corren el riesgo de perder su vivienda. Se espera que el programa recaude hasta 250 millones de dólares al año a través de un impuesto sobre la renta del uno por ciento para las personas que ganen más de 125 mil dólares al año, o 200 mil dólares para las parejas. También se grava a las empresas que ganan más de cinco millones de dólares al año.

La falta de viviendas asequibles en Oregón se siente en las ciudades y comunidades rurales, pero quizás sea más visible en Portland, donde antes de la pandemia se estimaba que dos mil 37 personas vivían sin refugio por la noche en comunidades de tiendas de campaña, en las calles y en los parques.

La idea de poder mudarse a un hotel con una cama o una cocineta es particularmente atractiva para Jeff DuBois, de 41 años, que ha estado durmiendo en un catre en un refugio en Portland durante más de dos meses. DuBois, un hombre alto y delgado con escoliosis, se intrigó cuando escuchó hablar del Project Turnkey.

“Me encantaría”, dijo DuBois. “Necesito un descanso”.

En Oregón, los refugios para personas sin hogar suelen estar gestionados y apoyados por los gobiernos locales y las organizaciones comunitarias. Con Project Turnkey, esos grupos pueden solicitar dinero del estado para comprar hoteles. Serán dueños de los hoteles y serán responsables de sus gastos de funcionamiento actuales y futuros.

Entre las organizaciones que compiten por el dinero del estado en el sur de Oregón está la organización sin fines de lucro Option for Helping Residents of Ashland (OHRA). El programa se creó con la esperanza de que agencias experimentadas como la OHRA solicitaran el dinero para comprar hoteles y prestar servicios una vez que estuvieran en funcionamiento. Quieren comprar un hotel de 68 habitaciones en Ashland, reveló Michelle Arellano, directora ejecutiva de OHRA.

Normalmente, OHRA alberga a 45 personas en un refugio para climas fríos, y también lleva a cabo un programa durante todo el año para conectar a las personas sin hogar con recursos y ayudarlas.

OHRA tiene amplia evidencia de que ofrecer a las personas un refugio a largo plazo en hoteles les ayuda a encontrar una vivienda más permanente, comentó Arellano. Debido a que OHRA obtuvo dinero federal extra para la pandemia para ayudar a pagar las habitaciones de hotel este año, la organización pudo ofrecer estancias más largas a algunas personas que de otra manera se habrían visto obligadas a salir cuando su refugio de invierno cerró en abril. Eso les dio tiempo para conseguir alojamiento más permanente para 17 personas.

“Hemos tenido ese tiempo extra para ayudarles a estabilizarse”, comentó Arellano. Cuando tienes un techo sobre tu cabeza, tienes una cama por la noche y tienes algo de comida en el estómago, esa estabilización hace toda la diferencia en el mundo”.