QUITO — Por primera vez en más de dos décadas Ecuador terminó exitosamente un programa de dos años con el Fondo Monetario Internacional que le permitirá conseguir financiamiento a bajas tasas de interés en el mercado internacional, dijo el viernes el ministro de Economía, Pablo Arosemena.

En rueda de prensa aseveró que la visión de Ecuador es seguir trabajando estrechamente con ese organismo “sobre todo en tiempos de turbulencia económica” como se esperan para 2023, y anticipó que el próximo año el país “de acuerdo a la proyección del FMI crecerá al 2,7%, mayor al 1,7% regional”.

Esta semana el organismo internacional aprobó el último desembolso para Ecuador, por 700 millones de dólares, con lo cual cerró un acuerdo suscrito en septiembre de 2020 por un total de 6.500 millones de dólares. Esta es la segunda vez que Ecuador completa exitosamente un acuerdo con el FMI, la primera ocasión fue en 2001.

En un comunicado, el FMI advirtió que sobre la base del progreso realizado dentro del programa se requieren esfuerzos continuos para cimentar la sostenibilidad fiscal y de deuda, mejorar la resiliencia del sector financiero, fortalecer la transparencia y gobernanza, mejorar la calidad de los datos y acelerar las reformas para impulsar el crecimiento.

Jaime Carrera, analista y secretario del Observatorio de la Política Fiscal, dijo a The Associated Press que “el cumplimiento del acuerdo no significa que la economía esté bien, no está bien, el Fondo lo que hizo es ayudar a este país a sobrevivir”.

Aseguró que el próximo año habrá problemas de financiamiento, la economía ecuatoriana va a seguir siendo débil, el crecimiento va a seguir siendo bajo. “El Fondo ha ayudado a sobrevivir a Ecuador, pero siguen pendientes reformas estructurales del Estado”.

El presidente Guillermo Lasso, un exbanquero de derecha, asumió el poder en mayo de 2020 para un período de cuatro años y una de sus principales metas ha sido ordenar la economía nacional, que venía arrastrando un fuerte endeudamiento y déficit fiscal.

AP