La marca de lujo británica batió un récord histórico en 2022. No hubiera sido posible sin el trabajo de Martín Fritsches. Su historia.


Rolls-Royce batió un récord histórico en 2022: vendió 6.021 autos en 50 países, lo que constituye un crecimiento del 8% con respecto al 2021 y la cifra más alta de todos los tiempos para la marca de lujo británica. El 35% de esas ventas, unos 2.100 autos, corrieron por cuenta de un argentino: Martín Fritsches, presidente y CEO de Rolls-Royce Motor Cars Americas, y responsable de la comercialización en todo el continente americano.

Fritsches tiene 46 años, habla cuatro idiomas, estudió en la Universidad de San Andrés de Buenos Aires y empezó a trabajar en el negocio de los autos en 1999, como pasante en el área de Marketing y Ventas de BMW Group Argentina. En esa filial escaló posiciones hasta llegar a ser gerente de Ventas de BMW Motorrad Argentina. De ahí pasó a BMW Group Brasil y desde 2018 trabaja en Rolls-Royce, que es la marca de lujo de ese grupo alemán.

Fritsches celebró ayer este récord de ventas histórico con las siguientes palabras.

“El 2022 fue un año que quedará en la historia para Rolls-Royce en las Américas y en todo el mundo. Logramos otro récord de ventas, gracias a nuevas divisiones de negocios como Black Badge, que nos condujeron hacia una clientela más joven y dinámica. Rolls-Royce está teniendo una fuerte demanda especialmente en los estados de Florida, California y Texas. Incluso mercados como Canadá batieron un récord histórico, con 200 unidades vendidas en 2022. Norteamérica se mantiene como el mercado mundial más importante para Rolls-Royce a nivel global y es el hogar de algunas de las más hermosas personalizaciones de nuestros productos. Estoy seguro de que el 2023 seguiremos estableciendo nuevos hitos, como lo anticipa el buen nivel de preventa que tuvimos para nuestro nuevo modelo Spectre, el primer Rolls-Royce 100% eléctrico de la historia” (leer más).

En 2020, Autoblog Argentina entrevistó a Martín Fritsches para conocer cómo fueron sus comienzos en el negocio de los autos y cómo hizo para convertirse en el mayor vendedor de Rolls-Royce en todo el mundo. La entrevista completa se reproduce acá abajo.

Entrevista a Martín Fritsches, CEO de Rolls-Royce Americas

-¿Cómo empezó a trabajar en el negocio de los autos?

-Cuando me uní a Rolls-Royce Motor Cars Americas, terminé por completar mi experiencia en todas las marcas de BMW Group. Podríamos decir que me reservé lo mejor para el final. Comencé mi carrera con marcas pequeñas, en mercados también pequeños, pero volátiles. Trabajé durante un tiempo para BMW en Alemania, pero fue mi trabajo para Mini, BMW y BMW Motorrad en Argentina y Brasil el que me enseñó a ser innovador y a adaptarme al negocio de los autos. Tuve la suerte de trabajar en casi todas las áreas de este negocio, saltando desde Ventas y Marketing al Desarrollo de Concesionarios (en momentos de rápida expansión, pero también en períodos de crisis). También trabajé en áreas de Finanzas, Postventa y Relaciones Públicas. En Brasil, estuve involucrado en la planificación y puesta en marcha de la planta CKD de BMW Motorrad en Manaos y en la fábrica de autos BMW y Mini en Santa Catarina, ambas en Brasil.

-¿De qué manera llegó a convertirse en el CEO de Rolls-Royce Motor Cars Americas?

-Haber sido elegido para este trabajo es un gran honor. Como ustedes saben, Rolls-Royce Motor Cars es la marca de autos más auténtica y conocida del mundo. Sin embargo, desde su relanzamiento en Goodwood en 2003, la marca hoy enfrenta el desafío de evolucionar en una sociedad donde se experimentan cambios rápidos y grandes avances tecnológicos. Creo que me eligieron por mi performance previa en otras posiciones de BMW Group, particularmente por mi deseo de progresar y demandar cambios en las organizaciones donde estuve a cargo. No se trata de cambiar por el hecho de cambiar, sino para lograr que una marca como Rolls-Royce Motor Cars permanezca joven, actualizada y relevante.

-¿Cómo es su trabajo diario?

-Definir mi trabajo diario es sencillo: mantener a nuestros clientes y concesionarios satisfechos. Hacerlo es mucho más complicado. Paso gran parte del día hablando con personas. Mantengo reuniones diarias con mi equipo. Mantenerme en contacto cercano con mi equipo me permite seguir su trabajo de cerca. También hablo con concesionarios y vendedores. En la industria automotriz y particularmente en el negocio del ultralujo, donde la mayoría de nuestros socios son dealers multimarcas, mantener una relación cercana y personal es clave. También mantengo videoconferencias con mis colegas en Gran Bretaña y con mis colegas de BMW Americas, para estar al tanto de las novedades del grupo. Y, además de eso, también paso un tercio del tiempo de viaje. Viajar para reunirme con concesionarios y clientes es vital, ya sea en encuentros de negocios o en eventos a lo largo de todas la región de las Américas. Los clientes de Rolls-Royce demandan y aprecian mucho la interacción cercana con los ejecutivos de la marca.

-¿Qué vehículo conduce habitualmente?

-Manejo toda clase de Rolls-Royce Motor Cars y todo depende de la actividad que esté haciendo. Manejar un Rolls-Royce es una experiencia increíble. Cuando viajo a Canadá manejo un Wraith. Cuando estoy de visita en Miami prefiero un Dawn. Cuando estoy en los alrededores de New York elijo un Cullinan. No hay nada como la sensación de “andar sobre una alfombra voladora” que transmite un Rolls-Royce. Es una combinación de potencia, suavidad y silencio. No se parece a nada conocido. Para mí, es un sueño hecho realidad.

-¿Podría describir el perfil del cliente promedio de Rolls-Royce en Estados Unidos?

-Esa es una pregunta interesante. Lo primero que hay que señalar es que la edad promedio de un cliente de Rolls-Royce ronda los 42 años. Y son personas con dos puntos en común: son increíblemente exitosos e increíblemente exigentes. La mayoría de nuestros clientes son emprendedores que se hicieron a sí mismos y que quieren celebrar ese éxito con un Rolls-Royce, además de otros productos de lujo. Por supuesto, también hay un porcentaje de artistas, celebridades y atletas, que eligen nuestra marca. Dependiendo de la región de Estados Unidos o Canadá, también varía el perfil de los clientes. Por ejemplo, en Florida y Texas tenemos muchos clientes latinos. Mientras que en Los Angeles, Vancouver y Toronto nos encontramos con muchos asiáticos amantes de Rolls-Royce.

-¿Cómo están caminando las ventas del nuevo Cullinan? ¿Cuáles son las diferencias entre el clientes de un Cullinam y el de un auto tradicional de Rolls-Royce?

-Cullinan se convirtió en un producto fantástico para nuestra marca. Entregamos las primeras unidades hace poco más de un año y la demanda se mantiene firme. Es un producto que nos permitió llegar a clientes más jóvenes. Es un Rolls-Royce que se puede disfrutar en familia. También nos permitió acceder a una gran cantidad de clientes en mercados invernales, como Canadá y el Norte de Estados Unidos. Acabamos de lanzar el programa Black Badge Cullinan, que impulsó aún más las ventas. Paso mucho tiempo trabajando con mi equipo, para ofrecerles a las principales celebridades y atletas de Estados Unidos la personalización Black Badge indicada para sus Cullinan.

-¿Tuvo la oportunidad de venderla algún Rolls-Royce a argentinos viviendo en Estados Unidos?

-El perfil de los clientes de Rolls-Royce es increíble y eso incluye por supuesto a los argentinos. Tenemos una importante base de clientes argentinos alrededor del mundo.

-¿Existen planes de relanzar la marca Rolls-Royce en Argentina?

-Por el momento, y dentro de Sudamérica, tenemos presencia en Brasil y Chile. No veo una nueva expansión en el futuro inmediato. Pero más allá de dónde se encuentren nuestros concesionarios, estamos en permanente contacto con nuestros clientes en todo el mundo.

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