Bandas de narcotraficantes como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS) los dos grupos criminales de mayor alcance, están aumentando el uso de Bitcoin para lavar dinero.

Aunque las sumas involucradas en dinero electrónico en estos momento son prácticamente nada en comparación con el lavado de dinero en efectivo que el crimen organizado mueve y el cual está estimado en $25,000 millones al año solo en México, el monto podría crecer en los próximos años según el gobierno de ese país y las firmas de inteligencia financiera, informó Reuters.

El crecimiento del Bitcoin como forma de mover sus capitales es debido a que el efectivo es pesado y transportarlo expone a los traficantes a un alto riesgo, además también es peligroso ponerlo en sistemas bancarios orientados a detectar dinero sucio.

Santiago Nieto, jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda de México dijo que los delincuentes suelen dividir su efectivo ilícito en pequeñas cantidades y depositarlas en varias cuentas bancarias, una técnica conocida como “smurfing“.

Ante ello, la opción más factible para los criminales es el Bitcoin, pues es difícil rastrear su uso por parte de los delincuentes, incluso después de que en 2018 las autoridades mexicanas aprobaran en 2018 una ley que requiere que todas las plataformas de comercio de criptomonedas registradas reporten transferencias superiores a $ 2,830 dólares (56,000 pesos).

Una caída en las incautaciones de moneda real de $741 millones en 2011 a $234 millones de dólares en 2018, sugiere que las nuevas tecnologías, incluido el lavado de criptomonedas, están ganando terreno, según un informe de la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

En lo que va de 2020, alrededor del 98% de todas las transacciones de México por encima del umbral de la cantidad prevista por la ley fueron marcadas por una plataforma criptográfica registrada, en el centro de operaciones del Cártel Jalisco Nueva Generación, el estado de Jalisco.

Agencias