Miami (EE.UU.), 11 sep (EFE).- El huracán Francine tocó este miércoles tierra en el estado de Luisiana (EE.UU.) con vientos máximos sostenidos de 155 kilómetros por hora y amenaza con fuertes vientos, marejada ciclónica, lluvias, inundaciones y tornados a comunidades de una vasta zona del sur del país, que incluye Nueva Orleans.
El ciclón, el cuarto de la temporada atlántica, entró a Estados Unidos por la localidad de Terrebonne, a unos 45 kilómetros al sur-suroeste de Morgan City, como un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson de un máximo de 5, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés).
Los meteorólogos del NHC, con sede en Miami, prevén que Francine causará estragos en la costa sur estadounidense, en los estados de Luisiana, Alabama, Misisipi e incluso partes de Florida.
El huracán, que se encuentra a unos 45 kilómetros al sur-suroeste de Morgan City y a 140 kilómetros de Nueva Orleans, se mueve en dirección noreste con una velocidad de traslación de 28 kilómetros por hora.
El mayor temor que supone Francine es la marejada ciclónica que genera a su paso, que podría hacer subir el mar hasta unos 3 metros por encima de su nivel habitual e inundar zonas costeras de Luisiana o incluso de la vecina Texas.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, declaró en las pasadas horas el estado de emergencia para facilitar la distribución de ayuda y recursos y de esta forma asistir a quienes resulten afectados por Francine, “cuyas fuertes lluvias y vientos con fuerza de huracán se están extendiendo tierra adentro a través del sur de Luisiana”, indicó el NHC.
Por su parte, Sharon Weston Broome, la alcaldesa-presidenta del municipio de East Baton Rouge, en el sureste de Luisiana, emitió hoy una “declaración de emergencia por desastre”, mientras que las escuelas y las oficinas del gobierno local de esta demarcación se mantendrán cerradas los días miércoles y jueves.
Mientras los residentes de Luisiana se resguardan debido a Francine, Keith Turi, el administrador de la Asociación Federal de Gestión de Emergencias, advirtió sobre los posibles peligros a raíz del fenómeno meteorológico.
“Lo que mucha gente no sabe es que algunos de los momentos más peligrosos son las horas posteriores a que pasa la tormenta, cuando hay grandes inundaciones o líneas eléctricas caídas o incluso cuando se opera un generador” sin hacerlo de manera segura y alejado de la casa, advirtió Turi a ABC News.
El anterior sistema ciclónico fue Ernesto, que llegó a ser un huracán de categoría 2 y causó graves inundaciones y apagones en Puerto Rico, lo mismo que estragos en las Islas Bermudas.
Ya son cuatro los huracanes que se han formado en lo que va de temporada atlántica -que comenzó el pasado 1 de junio y termina el 30 de noviembre- junto con Beryl, Debby y Ernesto.
Beryl alcanzó rápidamente la mayor categoría, la 5, causando destrucción y muerte en el Caribe y Estados Unidos.
Se prevé que esta temporada de huracanes en el Atlántico sea una de las más activas e intensas en décadas, con la formación de hasta 25 tormentas y 13 huracanes.
(c) Agencia EFE