Estas dos galaxias se están precipitando la una contra la otra en un proceso conocido como fusión de galaxias. Y su colisión ha desencadenado una frenética oleada de formación estelar conocida como brote estelar, creando nuevas estrellas a un ritmo más de veinte veces superior al de la Vía Láctea, explica la Agencia Espacial Europea (ESA) en su web.

Este sistema es especialmente brillante en longitudes de onda infrarrojas, lo que lo convierte en “un campo de pruebas perfecto” para la capacidad del Webb de estudiar galaxias luminosas, y es posible que estas galaxias fusionadas estén en proceso de formar un agujero negro supermasivo.

La tecnología del James Webb ha hecho posible la imagen en alta definición
Gracias a esta nueva captura, en la que se utilizaron los instrumentos NIRSpec y NIRCam del telescopio, se han conseguido una gran cantidad de datos que permitirán a la comunidad astronómica explorar plenamente cómo “las capacidades sin precedentes” del Webb ayudarán a desentrañar las complejas interacciones en los ecosistemas galácticos.

La fusión de estas dos galaxias lleva mucho tiempo interesando a los astrónomos y el sistema ya había sido observado por el Hubble y por otros telescopios espaciales.

Los “valiosos datos” que ahora se han logrado habían estado bloqueados por una gruesa banda de polvo para telescopios como el Hubble; la sensibilidad infrarroja del Webb y su “impresionante resolución” en esas longitudes de onda ha permitido ver más allá del polvo.

“Esto ha dado como resultado la espectacular imagen”, cuyos datos se han publicado en la revista Astrophysical Journal.

JU (efe, esawebb.org)