Para quienes hemos cubierto conflictos internacionales y el nacimiento de la nueva Rusia a principios de los 90’s, no es extraño ver cómo los dictadores usan, forman y patrocinan a grupos armados que se ensucien las manos por ellos. Stalin lo dejó como herencia política y estratégica y Vladimir Putin, su más fiel admirador hoy ha usado a estos grupos en los conflictos en Europa, Medio Oriente y África. El más notable de ellos es el Grupo Wagner o “Wagner Group”, que es una compañía militar privada. Asesinos, gatilleros militares para tirar la piedra y esconder la mano.

El Wagner Group, tiene sede en Rusia y no solo ofrece protección armada, sino que brinda una enorme gama de servicios, a los países que son sus muy selectos clientes. Estos servicios van desde acciones armadas con capacidades militares y paramilitares, hasta el uso de medios encubiertos para causar revueltas políticas y manipulación de los gobiernos “incomodos” que le estorban a Rusia.

El Wagner Group siendo una entidad privada, igual ofrece seguridad estatal que corporativa y lo hace en el mundo entero. La gran ventaja de estos grupos es que no tienen que respetar ni las leyes, ni las convenciones, ni los tratados y acuerdos internacionales porque conllevan la conveniencia adicional de no representar ni oficial, ni siquiera formalmente a ningún gobierno, ni a ningún país.

Como usted verá en este artículo, el uso continuo del Wagner Group por parte de Rusia representa un serio problema de política exterior y de estrategia para los adversarios de Moscú, como Estados Unidos como China y como casi todos los países de Europa.

La muestra más reciente del reto estratégico que este grupo representa para occidente ya fue demostrada en Siria.

Este Grupo Wagner no es único en el mundo, pero por ser un brazo armado ruso hoy representa un pequeño desafío para las enormes fuerzas armadas de Estados Unidos. Pero ese no es su peligro estratégico.

Lo que más le preocupa a cada vez más gente en Washington, es que el Grupo Wagner socava la política estadounidense, al actuar en áreas en las que los países de occidente no participan y desafía las prerrogativas de arreglos que no le convengan a Putin. Esto provoca confrontaciones, y sabotajes, induciendo miedo, paralizando objetivos estratégicos y proporcionando una variedad de acciones encubiertas.

Esto obliga a los gobiernos no aliados con occidente a caer en la esfera de influencia rusa. Y obviamente Vladimir Putin tiene la ambición de expandir esa influencia.

Si Rusia se sale con lo que quiere en Ucrania, eso aumentará su influencia en el mundo entero, y habrá aplicado un método para conducir la competencia entre las grandes potencias, para después ignorarlas. Eso podría hacer creer a Putin que obtendrá legitimidad. Pero, más importantemente eso servirá para demostrarle al mundo el declive del internamente dividido poder estadounidense. Irónicamente, a Putin le ayudan las críticas de la derecha estadounidenses contra el presidente Joe Biden, las burlas contra el en organizaciones como FOX News, las divisiones en el congreso provocadas por Donald Trump y los republicanos que lo siguen.

Los legisladores rusos han identificado a las compañías privadas militares, especialmente al “Grupo Wagner “y otras PMC corporaciones militares privadas Prívate Military Corporations, como mecanismos importantes para aumentar la influencia rusa a lo largo de las periferias de la política internacional.

Usted en Ucrania vio con el resto del mundo, la pobre planeación militar rusa durante una invasión, y su inepta estrategia militar, que dejó a la mayoría de sus soldados y sus transportes durante días y noches parados en una carretera como patos– listos a ser eliminados con una escopeta.

Considere usted que el uso del Grupo Wagner le ayuda al estado ruso a ocultar las pérdidas de su personal del público ruso. Debido a que el Wagner y otros grupos que Rusia usa, son más que nada empresas privadas, sus pérdidas no cuentan en los informes oficiales del Ministerio de Defensa Ruso.

Los “voennosluzhashchie” miembros del servicio perdidos, nunca se contabilizan en el teatro de operaciones. Y ahora Putin está inyectando en las acciones militares a más de mil sirios y chechenos mercenarios a quienes se les pagan hasta dos mil dólares por día de trabajo, más bonos de millones de dólares por asesinatos políticos.

El Cuerpo Eslavo y el Wagner Group

Antes del Wagner Group existió el “Slavonic Corps”. Si usted recuerda oímos por primera vez de ellos en el 2013, cuando fueron desplegados en Siria. Su misión entonces fue ayudar a las fuerzas sirias a recuperar las instalaciones petroleras de los militantes de ISIS, el Estado Islámico.

Pero el Cuerpo Eslavo, no recibió de Rusia lo que le habían prometido y en su batalla directa contra ISIS tuvo serios problemas de coordinación y de logística. El problema fue que el Cuerpo Eslavo se hizo por diseño dependiente del gobierno sirio. Los militares sirios que controlaban al presidente Bashar al-Assad, lo convencieron de que fueran ellos quienes controlaran la logística militar, y al Cuerpo Eslavo en lugar de darle las armas más modernas compradas por Rusia, les dieron el armamento obsoleto que tenían las fuerzas sirias y en además, en cantidades insuficientes.

La primera misión de combate del Cuerpo Eslavo en Siria terminó con una espectacular derrota cerca de Deir al-Zour en el este de Siria. Los sobrevivientes fueron transportados de regresó a Rusia y la empresa se disolvió. Eso dio lugar a que naciera el Grupo Wagner, pero a diferencia de los anteriores, ahora con fuertes conexiones con los oligarcas rusos.

El oligarca ruso Yevgeny Prigozhin, es a quien se señala como el principal promotor de este nuevo grupo. Y fueron las conexiones directas de Prigozhin, con Vladimir Putin las que llevaron al Grupo Wagner a estar estrechamente vinculado a la presidencia rusa. Para los europeos estas empresas de mercenarios no son nuevas. El Grupo Wagner fue sujeto de sanciones de la Unión Europea por sus abusos de derechos humanos en los conflictos de África Central

Estados Unidos ha usado también a Corporaciones Militares Privadas, y usted seguro recuerda a “Black Water’, que fue parte de la ocupación estadounidense en Irak, y tuvo la responsabilidad completa en el resguardo de la llamada “Green Zone” Zona Verde dentro de Bagdad, que era el perímetro de mayor seguridad en donde estaba el cuartel general del comando militar de Estados Unidos y el político iraquí después de la caída de Sadam Hussein.

Y no piense usted que en Irak fueron uno o dos grupos hubo decenas de ellos involucrados en todo tipo de acciones de protección y de ataque en Irak. Hoy hay muchos más, buscando entrada en Ucrania.

Los grupos armados privados en el mundo no están registrados ni en los países que los desarrollan y patrocinan, ni en ningún sitio “oficial”. Son entidades y empresas que existen solo para sus amos y desde su fundación son como los doble ceros de James Bond. Tienen licencia para matar. De hecho, existen precisamente para eso, para eliminar problemas, sin hacer a nadie responsables.

Hay otro oligarca de quien usted necesita saber se llama Dimitri Utkin, es el fundador del Grupo Wagner. Veterano de ambas guerras de Chechenia, Utkin sirvió en el GRU “Directorio de Inteligencia ruso” hasta el 2013. Después hay información de que comandó una “Spetsnaz”, unidad de combate e inteligencia, en Rusia en donde ascendió a teniente coronel.

Dimitri Utkin fue parte del Cuerpo Eslavo en el 2014, de donde renunció para crear al Grupo Wagner. Hay quien dice que Utkin no fue en realidad el fundador sino solo el presta- nombre porque el verdadero fundador es alguien muy encumbrado en el gobierno ruso. Adivine usted ¿quién?

La inteligencia occidental identifica al grupo Wagner como parte de las fuerzas armadas rusas, debido a que sus miembros son transportados por aviones militares rusos y sobre todo porque utilizan los servicios militares de atención médica. La inteligencia británica acusa al grupo Wagner de recibir pasaportes falsos del estado ruso. Y “ojo” mantenga usted su atención en Bielorrusia también, porque Alexander Lukashenko, su presidente, que se identifica como Soviético, le ha dado ya al Grupo Wagner protección presidencial.

Solo a alguien como Lukashenko se le ocurre dar la cara en público por ellos.

  • Por casi tres décadas el periodista Armando Guzmán se ha ganado el reconocimiento en México y Estados Unidos por su cobertura en Washington. Puede seguirlo en los diferentes medios y plataformas, como radio, televisión, prensa escrita e internet.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.