En 1969, los humanos tuvieron su primera impresión del suelo lunar, el cual resultó ser una mezcla de materiales detríticos (compuesto por fragmentos) débilmente cohesivos, pero resulta que es mucho más útil que simplemente imprimir huellas.

Un nuevo estudio realizado por los científicos de materiales de la Universidad de Nanjing, Yingfang Yao y Zhigang Zou, publicado en la revista Joule , reveló que este suelo lunar se puede utilizar para generar oxígeno, lo que permite a los futuros habitantes de la luna no solo acceder al aire respirable sino también reducir en cargas útiles y equipos a nuestro vecino lunar.

“Utilizamos recursos ambientales in situ para minimizar la carga útil de los cohetes, y nuestra estrategia proporciona un escenario para un entorno de vida extraterrestre sostenible y asequible”, dice Yao.

Actualmente, hay oxígeno real en la luna (alrededor del 45% del suelo lunar está compuesto por él). Sin embargo, no se encuentra en su fina atmósfera , sino en el piso. Pero, ¿cómo extraerlo?

Después de examinar el regolito traído por la nave espacial Chang’e 5 de China, el equipo de investigación encontró que la muestra incluía compuestos como sustancias ricas en hierro y titanio que podrían usarse como catalizadores para extraer oxígeno usando luz solar y dióxido de carbono.

Tras su hallazgo, el equipo propuso una estrategia de “fotosíntesis extraterrestre”. Básicamente, el sistema utilizará componentes en el suelo lunar para electrolizar el agua extraída de la luna junto con el escape de la respiración de los astronautas en oxígeno e hidrógeno, con todo el proceso impulsado por la luz solar.

El dióxido de carbono exhalado por quienes viven en la luna se recolectará y combinará con el hidrógeno de la electrólisis del agua durante un proceso de hidrogenación catalizado por el suelo lunar para producir combustible de metano.

Si bien la eficacia catalítica del regolito es menor que la de los catalizadores disponibles en la Tierra, Yao dice que el equipo está evaluando diferentes tácticas para mejorar el diseño, como derretir el suelo en un material nanoestructurado de alta entropía.

Agencias