El Departamento de Estado de EE.UU. anunció el lunes el traslado del escaso personal de su embajada en Ucrania de Kiev, la capital, a Lviv, ante el temor de un ataque o invasión rusa.

El secretario de Estado, Antony Blinken, hizo el anuncio a primera hora de la tarde del lunes. The Wall Street Journal reportó por separado que el personal de la embajada estaba destruyendo los equipos de computación antes de abandonar el edificio.

Los funcionarios del Departamento de Estado estaban “reubicando temporalmente las operaciones de nuestra embajada en Ucrania desde nuestra embajada en Kyiv a Lviv debido a la dramática aceleración de la acumulación de fuerzas rusas”, señaló Blinken. Lviv está situada en la parte occidental de Ucrania, lejos de la frontera del país con Rusia y Bielorrusia, alineada con Moscú.

El anuncio de Blinken se produjo tras las advertencias de funcionarios de EE.UU. de que podría producirse un ataque antes de la conclusión de los Juegos Olímpicos de Invierno, y el presidente de Ucrania comunicó por separado en un post de Facebook que había sido informado de que era probable que se produjera un ataque el miércoles. Un asesor especificó posteriormente a algunas cadenas de noticias que el presidente estaba siendo sarcástico en un intento de burlarse de los temores occidentales a una invasión.

Los empleados que salieron de la embajada de Kiev participaron en “la destrucción del equipo de red y de las estaciones de trabajo informáticas y el desmantelamiento del sistema telefónico de la embajada”, informó el Journal, citando a funcionarios del Departamento de Estado.

Las advertencias de Washington sobre una posible incursión o ataque ruso no han dejado de crecer en alarma durante semanas. Kiev, por su parte, se ha limitado a instar a la calma y a pedir a EE.UU. y a sus aliados que no aumenten indebidamente los temores con sus declaraciones sobre un posible (o inevitable) ataque, y ha criticado anteriormente la reducción del personal de la embajada ordenada por EE.UU., así como las orientaciones del Departamento de Estado que instan a los estadounidenses a abandonar el país.

Es probable que el anuncio del lunes del Departamento de Estado haga que esas críticas aumenten, a menos que se produzca un ataque ruso en los próximos días.

Altos funcionarios de la Casa Blanca, incluido el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, han declarado a los periodistas que siguen en contacto casi constante con sus homólogos ucranianos en los últimos días, mientras siguen llegando más tropas rusas cerca del territorio ucraniano.

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