La vicepresidenta, Kamala Harris, envió este jueves un mensaje contradictorio a la comunidad migrante en una entrevista con Noticias Telemundo, tras su polémico llamado de “no vengan” dirigido a los centroamericanos que siguen llegando a la frontera en cifras récord.

“Durante toda mi carrera he abogado por que las personas que están escapando del peligro no sean retornadas. Sigo comprometida con eso. Nada ha cambiado”, dijo Harris al periodista José Díaz Balart.

“Estados Unidos tiene que ser un refugio seguro” para “aquellos que buscan protección”, agregó la vicepresidenta solo tres días después de desincentivar a los futuros solicitantes de asilo durante una breve gira por Guatemala y México, donde advirtió que Estados Unidos “continuará haciendo cumplir las leyes y protegiendo la frontera”, y que “hay métodos legales por los cuales la migración legal puede y debe ocurrir”.

Los comentarios de Harris —la encargada de la Administración de Joe Biden para lidiar con la crisis migratoria— resultaron inflamatorios para políticos progresistas, defensores de los derechos de los migrantes y voces dentro de la propia comunidad hispana.

Su gira tuvo como foco, según ha reiterado, atajar las llamadas causas fundamentales de la migración, como los efectos económicos de los desastres naturales, la violencia y la corrupción gubernamental.

“Queremos asegurarnos de que cualquier recurso con el que contribuimos a esa región terminen en manos de las personas que deben recibirlos y no en las manos sucias de los corruptos”, dijo Harris a Díaz Balart cuando este le preguntó cómo combatiría uno de los males más señalados por los solicitantes de asilo en sus países de origen.

“La gente que emigra, que viene a Estados Unidos, lo hace por una variedad de razones y tenemos que entender que los inmigrantes no son un monolito”, agregó, “tenemos que observarlos y entenderlos, y entonces resolver los problemas”.

“Una de las razones por las que hice este viaje es porque, si quieres entender por qué las personas hacen lo que hacen, tienes que pasar tiempo con ellos”, concluyó.

Sin embargo, la vicepresidenta ha sido criticada nuevamente esta semana, tras una entrevista en la cadena NBC News, por no haber visitado la frontera sur en los más de tres meses desde que Biden la designara para resolver la crisis migratoria, tras decir que “nadie está mejor calificado que ella para hacerlo”.

Preguntada por Díaz-Balart sobre la responsabilidad de Estados Unidos en crear inestabilidad en la región a través de la historia, generando algunas de las causas que impulsan a los migrantes a escapar, Harris respondió: “Nunca voy a sugerir que no deberíamos recordar la historia, pero para continuar adelante tenemos que entender que somos vecinos en el hemisferio occidental. El mundo está cada vez más interconectado e interdependiente, y con eso lo que quiero decir es que, lo que pase en esa región —específicamente en Guatemala, Honduras y El Salvador—, afecta lo que sucede en Estados Unidos y viceversa”.

Los cruces ilegales han crecido sostenidamente desde abril de 2020, después de que el entonces presidente, Donald Trump, se escudará en las restricciones asociadas a la pandemia de coronavirus para negar a la mayoría de los migrantes la posibilidad de solicitar asilo.

La tendencia se ha acelerado más bajo el mandato de Biden, quien derogó con rapidez muchas de esas políticas fronterizas más duras. Solo en mayo, la Oficina de Aduanans y Protección Fronteriza registró más de 180, 000 aprehensiones en la frontera, un récord por tercer mes consecutivo.

Pero una de las que se mantiene en pie es el llamado Título 42, bajo el que Estados Unidos sigue expulsando a miles de adultos solicitantes de asilo alegando que los migrantes son un peligro para la salud pública, debido a la pandemia de COVID-19.

Cuando se le preguntó si el Título 42 seguirá siendo una piedra angular de la política migratoria de Washington, Harris dijo: “El mundo todavía está en medio de la pandemia” pero “el Título 42 nunca tuvo intención de ser permanente”.

La vicepresidenta también aseguró que Estados Unidos creará mecanismos en la región para que los solicitantes de asilo puedan pedir ayuda migratoria desde sus países y no se aventuren al peligro del viaje hacia la frontera, algo que el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, mencionó hace cuatro meses, pero que no ha tenido un progreso visible.

“Se ha logrado progreso”, defendió Harris, “hemos establecido el primer centro de recursos para migrantes en Guatemala para que las personas puedan ser procesadas dentro del país” . Y “hay más en camino”, agregó.

La última pregunta que respondió la vicepresidenta fue relacionada con la drástica desaceleración de la vacunación contra el COVID-19 en Estados Unidos, que se estima atentará contra el objetivo de Biden de tener al 70% de los adultos vacunados antes del 4 de julio.

“La vacuna te salvará la vida”, dijo. “Cada individuo tiene el poder de obtener su vacuna. Es gratis. No dejemos a nadie arrebatarnos ese poder”.

Telemundo