El Departamento de Estado de Estados Unidos desclasificó un documento en el que señaló de corrupción y facilitadores del tráfico de drogas a cinco salvadoreños. Entre ellos aparecen dos funcionarios del gabinete y un aliado del presidente Nayib Bukele.

La lista está integrada por Carolina Recinos, jefa de gabinete de Bukele, y Rogelio Rivas, ministro de seguridad del actual gobierno, así como Guillermo Gallegos, diputado del partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), aliado del mandatario en el Congreso.

Los que complementan esa lista son los izquierdistas José Luis Merino, financista del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y Sigfrido Reyes, expresidente del Congreso de ese país por el mismo partido, reveló en el documento el Departamento de Estado.

En su cuenta de Twitter, el presidente Bukele reaccionó criticando el documento al ver que no aparecen miembros del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).

“Dicen los ‘amigos’ que ya revisaron bien todos los archivos e información que tienen y que en ARENA no hay corruptos, NI UNO SOLO”, escribió el mandatario utilizando un poco de sorna.

“Que tal vez vuelvan a revisar en el futuro, pero que creen que todos son santos. Por eso es que insisten que los regresemos al poder, por santos”, añadió Bukele.

El reporte del Departamento de Estado ha sido enviado a tres comités del Senado y tres comités de la Casa de Representantes.

De acuerdo a la prensa salvadoreña, el hilo conductor de los cinco señalados es Alba Petróleos, el conglomerado de empresas que recibe fondos de Venezuela.

Al conocer este documento, el senador estadounidense Patrick Leahy aprovechó para destacar que El Salvador atraviesa por una crisis, la cual sitúa en el marco de la destitución de los cinco magistrados consitucionalistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y el fiscal general de la República, ocurrida el 1 de mayo anterior.

Leahy subrayó que los funcionarios que luego nombró el Congreso salvadoreño, con el apoyo del Partido Nuevas Ideas fundado por Bukele y junto a sus aliados, no siguió lo establecido en la ley, pues se estipula que deben estar en la lista de 30 candidatos enviados por el Consejo Nacional de la Judicatura.

“Por tanto, al destituir al fiscal general y los miembros de la Sala de lo Constitucional, el poder legislativo le dio al presidente Bukele el control de todos los poderes del Estado, creando así una situación en la cual la corrupción podrá florecer con impunidad”, dijo el senador en un comunicado.

De acuerdo al senador Leahy, utilizó este recuento para explicar que los hechos recientes han creado una crisis que podría tener profundas consecuencias para El Salvador, y para las relaciones entre esa nación y Estados Unidos.

“Mi preocupación no es solo sobre las consecuencias para la democracia en ese país, sino también sobre lo que esto podría significar para la economía salvadoreña y la capacidad de los salvadoreños de ganarse la vida dignamente”, apuntó, detallando que 45% de las exportaciones de El Salvador van para Estados Unidos, eso significa $2 mil 600 millones anuales.

“Por todo lo anterior, me uno a quienes en Estados Unidos y en El Salvador han exhortado al presidente Bukele y a la Asamblea Legislativa a reconsiderar sus acciones inconstitucionales y restaurar la separación de poderes y el Estado de Derecho”, subrayó Leahy.

La desclasificación de esta lista de funcionarios de gobierno, legisladores y políticos salvadoreños es la primera acción de Estados Unidos desde que el pasado 1 de mayo el presidente Bukele tomó el control de los tres poderes del Estado, incluyendo la fiscalía que hacía de contrapeso al Ejecutivo.

Al poco tiempo de lo ocurrido, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, manifestó su preocupación porque a su juicio se debilita la independencia judicial.

“Una rama judicial independiente es crítica para una democracia saludable y una economía fuerte. En este frente, y en todos, debemos responder”, comentó Harris.

Desde la llegada del presidente Joe Biden a la Casa Blanca parece que la relación entre Estados Unidos y El Salvador se ha enfriado, pues antes del 20 de enero, fecha en la que asumió el poder el mandatario demócrata, el presidente salvadoreño veía al gobierno estadounidense como su “socio confiable”.

“Las relaciones con Estados Unidos son más fuertes que nunca”, escribió en Twitter el presidente Bukele en septiembre de 2020, cuando entonces estaba en la Casa Blanca el presidente Donald Trump, pero en la era Biden es todo lo contrario.

El giro llegó con la política implementada por Biden, quien está monitoreando el Triángulo Norte de Centro América en materia de transparencia y respeto a la democracia, contexto en el que se emite el documento desclasificado con la lista de figuras públicas vinculadas a la corrupción y narcotráfico.

En las próximas semanas, se espera que Estados Unidos publique la denominada Lista Engel, en la que se les retirará las visas a funcionarios que sean identificados en actos de corrupción o que estén implicados en crímenes. En dicha lista se incluirán a figuras públicas de El Salvador, Honduras y Guatemala.

El desencuentro entre Bukele y Biden continúa. Desde la firma de los Acuerdos de Paz, en 1992, ningún mandatario salvadoreño había tensado tanto las relaciones con Estados Unidos, esto ocurre al mismo tiempo que el presidente “milenio” coquetea con China, nación con la que El Salvador reestableció relaciones en agosto de 2018.

LA Times