Durante meses, los estadounidenses esperaron con ansiedad que las farmacéuticas fabricaran una vacuna efectiva contra el coronavirus. Pero más de un mes después de que el país aprobara el uso de emergencia de la primera de ellas, la de Pfizer-BioNTech, un porciento alarmante de personas han dicho que no desean vacunarse.

Una encuesta reciente de la Kaiser Family Foundation halló que el 27% de los estadounidenses “dudan sobre si se pondrán la vacuna” contra el COVID-19, y dicen que probable o definitivamente no recibirán una. Entre los trabajadores de la salud, quienes tienen prioridad para recibir la inyección, ese número es aún mayor: 29%.

Las personas se sentirían más incentivadas a ponerse la vacuna si el Gobierno federal les da pagos en efectivo por inyectarse, dijo a NPR Robert Litan, un economista afiliado a la Brookings Institution. Pero ni la Administración Trump ni el equipo de transición de Joe Biden han hablado de esta posibilidad.

Mientras tanto, son algunas empresas estadounidenses las que ya han anunciado iniciativas para lograr que sus empleados se vacunen, con incentivos que van desde dinero hasta tiempo para que hagan su cita.

Estas son algunas de ellas:

✔️ Instacart

El servicio de entrega de comestibles con sede en San Francisco, California, anunció este jueves que a partir del 1 de febrero proporcionará un estipendio de 25 dólares a los trabajadores que reciban la vacuna.

Según Apoorva Mehta, fundadora y directora ejecutiva de Instacart, la idea es que los trabajadores “no tengan que elegir entre obtener ingresos como proveedores de servicios esenciales o vacunarse”.

✔️ Trader Joe´s

La cadena de supermercados Trader Joe’s, que cuenta con más de 50,000 empleados, dijo este jueves que les dará a sus trabajadores dos horas de paga por cada dosis de la vacuna que reciban (tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna proveen mejor protección luego de la segunda inyección).

La compañía, con sede en Monrovia, California, dijo que también flexibilizará los horarios para asegurarse de que los empleados (desde los que trabajan en las cajas registradoras, hasta los que limpian el piso) tengan tiempo para programar una cita y vacunarse.

✔️ Dollar General

La cadena minorista con sede en Goodlettsville, Tennessee, dijo el miércoles que les dará a los empleados que ganan por hora el equivalente a cuatro horas de paga si reciben la vacuna. Los trabajadores que laboran por salario también serán compensados por el tiempo que dediquen a hacer una cita e inyectarse, según un comunicado.

Dollar General emplea 157,000 personas, según la compañía.

✔️ Otras empresas, como Target, DoorDash y Albertsons, han dicho que no ofrecerán bonificaciones a sus empleados por las vacunas, pero que están tratando de asegurarse de que sus trabajadores tengan acceso a la inmunización pronto.

¿Y si los empleados no desean vacunarse? ¿Pueden ser despedidos?

La respuesta es: sí. Pero con algunas excepciones.

Los empleadores pueden exigir a sus trabajadores que tomen medidas de seguridad, incluyendo la vacunación contra enfermedades y virus.

Eso no significa necesariamente que alguien será despedido si se niega, pero es posible que deba firmar una exención, o aceptar trabajar bajo condiciones específicas para limitar cualquier riesgo de contagio a los demás.

“Los empleadores generalmente tienen un amplio margen” para establecer reglas en el lugar de trabajo, dijo a The Associated Press Dorit Reiss, una profesora de derecho quien se especializa en políticas de vacunas en la Facultad de Derecho Hastings de la Universidad de California. “El negocio es propiedad de ellos”.

La Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos ha permitido a las empresas exigir la vacuna contra la gripe y otras enfermedades, y también ha indicado que pueden exigir vacunas contra el COVID-19.

Pero hay excepciones. Por ejemplo, las personas pueden solicitar exenciones por motivos médicos o religiosos.

Aunque los empleadores pueden exigir la vacunación, también existen razones por las que es posible que no quieran hacerlo. Seguir el cumplimiento de la vacunación obligatoria sería una carga administrativa para algunas empresas, que también tendrían que gestionar las solicitudes de exención, sin mencionar las reclamaciones legales que pudieran surgir.

Por estas razones, lo más probable es que los empleadores alienten fuertemente la vacunación, pero que no la conviertan en obligatoria.

Con información de CNBC y The Associated Press