Twitter continúa en plena revolución. Después de unas semanas tumultuosas, marcadas sobre todo por el despido masivo de casi la mitad de la platilla, el nuevo CEO de la empresa, Elon Musk, sigue buscando nuevas formas de hacer que Twitter sea rentable. Y esto podría acabar incluso provocando que la red social se vuelva de pago.

Como ha desvelado el conocido periodista Casey Newton en Platformer, Musk ha llegado a discutir internamente la implantación de un muro de pago. Según una fuente de la compañía, uno de los planes que se ha discutido para el nuevo Twitter es que los usuarios tan solo puedan usar la red social por un tiempo limitado cada mes, y si quieren seguir utilizándola tendrán que pagar una suscripción.

Es muy posible que Musk haya podido llegar a plantearse esta opción, pero nada apunta a que vaya a convertirse en realidad, o al menos, no en un momento cercano, ya que actualmente está explorando otras formas de monetizar Twitter que ya se han puesto en marcha.

Una de estas medidas ha sido la implantación de Twitter Blue, el nuevo y polémico sistema de verificación de pago que costará 7,99 dólares al mes. Entre las ventajas que ofrece este nuevo Twitter Blue está la posibilidad de subir vídeos más largos, ver menos anuncios y que tu contenido se priorice por delante de las cuentas que no son de pago.

Otro de los cambios que podríamos ver dentro de poco es la creación de un muro de pago para vídeos, una función al más puro estilo Only Fans que permitiría a los usuarios cobrar dinero para que la gente pueda obtener acceso a sus vídeos. Según el Washington Post, los creadores podrán cobrar un dinero que viene ya preestablecido (1, 2, 5 o 10 dólares) para que el público acceda al vídeo, y Twitter se llevará una parte de ese dinero por medio de la plataforma de pagos Stripe. Es posible que esta función se ponga en marcha en tan solo dos semanas, como afirmaba el Post.

Cabe preguntarse si después de toda la polémica oleada de despidos, que ha obligado al propio Musk a recular, quedarán empleados capaces de sacar adelante las nuevas funciones prometidas, pero eso es algo que el tiempo nos dirá.

Lo que sí parece claro es que Musk está como loco por monetizar su nuevo juguete de 44.000 millones de dólares. Y que necesitará ideas mejores que las que ha presentado hasta ahora, también.

Gizmodo