Al buscar la palabra “clima” en Twitter, la primera recomendación automática en inglés no es “crisis climática”, ni “empleos climáticos”, ni siquiera “cambio climático”, sino “estafa climática”.

Un clic en esa recomendación muestra docenas de publicaciones que niegan la realidad del cambio climático y hacen afirmaciones engañosas sobre los esfuerzos para mitigarlo.

Esa desinformación ha proliferado en Twitter desde que Elon Musk compró la plataforma el año pasado, aunque no es el único lugar que promociona contenido que según científicos y activistas climáticos socava el apoyo público a políticas que pretenden responder a un clima en transformación.

“Lo que ocurre en el ecosistema de información plantea una amenaza directa para la acción”, dijo Jennie King, responsable de investigación climática y respuesta en el Instituto de Diálogo Estratégico, una organización sin fines de lucro con sede en Londres. “Siembra esas semillas de duda y hace que la gente piense que quizá no hay un consenso científico”.

El instituto forma parte de una coalición de grupos ambientalistas que publicaron un informe el jueves sobre la desinformación climática en los meses antes, durante y después de la cumbre climática de Naciones Unidas en noviembre.

El reporte señalaba a las plataformas en medios sociales por, entre otras cosas, no aplicar sus propias normas que prohíben la desinformación sobre el cambio climático. Es una nueva muestra del creciente problema de la desinformación climática en Twitter.

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