Por una semana las actividades gubernamentales serán únicamente virtuales y se suspendieron las clases en Nueva Delhi, capital de la India, debido a una espesa capa de bruma que es especialmente nociva para la salud. Esto ocurre pocos días después del cierre de la cumbre mundial del clima en Glasgow, en el que precisamente el país asiático pidió una modificación del texto final a última hora con respecto a las emisiones de carbón, presuntamente debilitando el acuerdo, según ecologistas.

Según SAFAR, la principal agencia medioambiental de la India, la calidad del aire durante los últimos días se ha mantenido en “muy pobre”, obligando al gobierno de la capital y federal a tomar acciones de emergencia por las altas cantidades de contaminación en el ambiente.

Incluso la NASA publicó algunas imágenes satelitales el fin de semana alertando sobre los altísimos niveles de contaminación en la India durante los últimos días. Si bien es cierto que la bruma afecta a muchas otras ciudades, Nueva Delhi resalta anualmente entre todas ellas, que para este lunes supera seis veces el umbral global de contaminación en el aire.

Las empresas e industrias en la India operan sin sistema en el control de sus emisiones. Además, el país en el sur de Asia depende netamente de la quema de carbón, uno de los combustibles fósiles más contaminantes de la Tierra. Los ecologistas advierten que la polución en la India aumentará exponencialmente dentro de los próximos diez años.

Por esa razón los representantes hindúes en la COP26 provocaron un cambio de última hora en la redacción del acuerdo climático mundial, en el que pidieron la “reducción” en cambio de la “eliminación” total de las emisiones de carbono para la mitad de este siglo. Decisión que tomó por sorpresa a los demás líderes mundiales y ecologistas, catalogándola incluso como “una decepción”.

La razón del cambio, según el ministro indio de Medio Ambiente, Bhupender Yadav, es porque los países en desarrollo “tienen derecho al uso responsable de los combustibles fósiles“. Asimismo, acordaron que la India aspirará a dejar de aumentar sus emisiones contaminantes para el 2070, veinte años después de países como Estados Unidos y diez años después que China.

Las reservas de carbón de la India tienen partículas de ceniza, lo que provoca que su quema sea mucho menos eficiente que el carbón convencional y contamina muchos más, pero cerca de 8 millones de personas dependen de las empresas relacionadas a la quema del combustible fósil para poder sobrevivir, lo que complica mucho su eliminación total en los próximos años.

Con información de Los Angeles Times y Caracol Radio.