Por Eduardo Esquivel

Pemex. La sexta refinería más grande de los Estados Unidos, ubicada en Deer Park, Texas, fue adquirida en un 50 por ciento por Petróleos Mexicanos (Pemex), durante el gobierno del expresidente Carlos Salinas de Gortari teniendo como socio a la compañía británica holandesa Shell. La oscura operación de la hoy empresa productiva del Estado, que se realizó para adquirir la mitad de la planta de refinación, fue a través de su filial PMI Norteamérica SA de CV; y el costo fue por 11 mil millones de pesos.

La planta de refinación texana, tiene una capacidad de operación de 360 mil barriles diarios, y trabaja con petróleo pesado tipo maya que se produce en México. Las seis refinerías que están en el país operan por lo general con crudo ligero.

Durante muchos años la empresa que hoy dirige Octavio Romero compraba a Shell el 50 por ciento del refinado de Deer Park, a cambio de que la planta de refinación texana garantizará la compra de petróleo pesado Maya a México. Con dicho acuerdo, Shell proporcionaba el 50 por ciento de crudo, y Pemex el otro 50 por ciento para refinar.

Hasta enero del 2021, una parte significativa del petróleo comercializado en el extranjero por la filial de Pemex, PMI Comercio Internacional, se vendía a otra empresa privada de la petrolera estatal mexicana, PMI Norteamérica (PMI NASA); cuyo corporativo energético se encargaba de refinar petróleo crudo en el extranjero, mediante un contrato de coinversión con la trasnacional Shell.

En agosto de 2016, la entonces diputada perredista Dolores Padierna, alegaba la existencia de empresas filiales de Petróleos Mexicanos fuera del país, cuyas compañías violaban la Constitución, y sumaban ganancias por más de 430 mil millones de pesos; recursos que no llegan a las arcas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Es decir, hasta el momento se desconoce en manos de quién queda esta riqueza. Un ejemplo de esta situación es la planta de refinación de Deer Park.

Por otro lado, la legisladora señalo que la refinería privada comprada con dinero de la petrolera nacional, con el cual México importa gasolina con el precio internacional lo que no hace ninguna diferencia, si se le comprara a cualquier otro proveedor.

Pemex tenía hasta este año tres subsidiarias estratégicas: PMI Holdings B.V., PMI Services B.V. y Mex Gas Industrial Services B.V. Ninguna de las tres tenía empleados.

PMI Holdings B.V. y PMI Services B.V. fueron creadas a finales de los años 80 y pertenecían al Grupo PMI, el cual operaba exportaciones e importaciones de hidrocarburos mayores a 68 mil millones de dólares anuales.

Mex Gas Industrial Services B.V, fue creada en el 2015, como el vehículo financiero para la compra, venta y almacenamiento de gas natural y gas LP en el extranjero. Además, esta compañía se instituyó para proveer servicios de garantía financiera en dichas transacciones.

Por su parte, PMI Holdings B.V, fue creada para “minimizar la carga fiscal asociada con las operaciones de Petróleos Mexicanos y sus subsidiarias”. Desde Ámsterdam, Holanda controlaban 17 subsidiarias de la hoy empresa productiva del Estado relacionadas con el comercio de petróleo, gas natural y la construcción de infraestructura energética.

Dicha compañía en 1993 constituyó el único activo que Petróleos Mexicanos posee en el extranjero en asociación con Shell Oil Company: la refinería Deer Park Refining Limited Partnership en Houston, Estados Unidos.

Para algunos analistas, desde 1988 Pemex desvíaba multimillonarios recursos con operaciones similares al lavado de dinero a través de sus filiales privadas, entre las cuales se destaca Grupo PMI; empresas manejadas de manera secreta por un reducido grupo dentro del gobierno federal.

A través de PMI Holdings BV,en el año 2014, la petrolera estatal mexicana logró las adquisiciones de las plantas de Fertinal, de Agro Nitrogenados; y la instalación marítima Astillero Hijos de J.Barreras, en España;estas inversiones se consideran como fraudulentas y fallidas para la petrolera.

En enero del 2021, el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos decretó la extinción de su filial en Holanda, PMI Holdings BV. Esta estrategia forma parte del Plan de Trabajo de Reingeniería Corporativa de las Empresas Filiales; cuyo proyecto prevé la desaparición de 21 empresas filiales.

Pero lo grave es que a pesar de que Pemex pagó una cantidad millonaria en divisa extranjera por la refinería de Texas México, recibe muy poco de beneficio porque simple y llanamente, el manejo financiero de esta empresa, en la que Petróleos Mexicanos es socio, era manejada por Pemex Internacional; cuyos recursos eran desviados a paraísos fiscales, estimándose solo 2 mil millones de dólares anuales como ganancias.

La oscura negociación y operación que se tiene entre Shell y Pemex no parece ser un buen negocio para el corporativo petrolero mexicano y deja muchas dudas.

El que México tenga una refinería en el extranjero, no parece ser buen negocio y no da empleo a los trabajadores nacionales, ni hay un efecto multiplicador en la economía del país.

El Gobierno de la Cuarta Transformación, tiene que indagar y cambiar la forma en que se esta operando la participación de Pemex con su socio Shell, en la refinería de Deer Park.