Con la llegada de una vacuna contra el coronavirus, la industria de viajes en Estados Unidos se prepara para un repunte de la demanda después de un año históricamente terrible. Tras meses de grandes descuentos -con hoteles que ofrecen lujosos beneficios y aerolíneas que cobran tarifas de US$21 desde Nueva York a Florida-, los precios recuperarán al menos parte del terreno que han perdido.

Los proveedores de viajes han reducido su capacidad, por lo que cualquier aumento en las reservas causará un alza en las tarifas. Por su parte, la consolidación de las vacunas provocará una ola de demanda de vacaciones acumuladas a medida que las personas salen tras permanecer encerradas en casa durante meses. Todo esto ha generado expectativas dentro de la industria de un repunte en la primavera y el verano, aun cuando las tarifas siguen bajas y una recuperación en los viajes de negocios parece aún lejana.

“Aún nadie se está preparando para abrir una botella de champán”, dijo el agente de viajes Henry Harteveldt sobre las aerolíneas y los grupos hoteleros que ha consultado. “Pero en este momento hay esperanza de que llegará el verano de 2021 y ciertamente no solo será mucho mejor que este año, sino que estará al 50% o más de donde estábamos en 2019”.

Algunos viajeros adinerados ya han comenzado a hacer reservas para unas increíbles vacaciones, señaló Jack Ezon, socio gerente de Embark Beyond, una agencia de viajes que atiende a clientes muy ricos. La empresa ha recibido numerosas solicitudes de grandes fiestas en Europa y el Caribe, con presupuestos que han llegado a superar el millón de dólares.

Si bien es posible que dentro de poco sea demasiado tarde para conseguir una suite de lujo, por ejemplo, en la costa Amalfitana, en Italia, los precios de otros tipos de viajes aún no reflejan un aumento potencial de la demanda.

Debido a la pandemia, las reservas aéreas o de hoteles se están realizando mucho más cerca de la fecha del viaje, lo que da a esas empresas menos visibilidad sobre su capacidad para incrementar las tarifas. Cualquier recuperación de la demanda deberá ser sostenida antes de que las aerolíneas consideren aumentar los precios, dijo Lacey Alicie, directora de análisis de datos de Ailevon Pacific Aviation Consulting y exejecutiva de ingresos de American Airlines Group Inc.

Existen otras razones por las que una recuperación podría no ser rápida. La magnitud del colapso de este año no tiene precedentes y abundan los riesgos, desde cuellos de botella en la distribución de vacunas hasta mutaciones del virus. Además, cualquier repunte solo llegará después de un invierno brutal mientras el covid-19 continúa propagándose por el país. El comienzo de 2021 traerá “meses realmente difíciles”, dijo recientemente el director ejecutivo de Southwest Airlines Co., Gary Kelly.

“Esperamos que el próximo verano sea mucho mejor que este año, pero no normal”, señaló en una entrevista Andrew Nocella, director comercial de United Airlines Holdings Inc. “Creemos que 2022 probablemente es el mejor año”.

El proyecto de ley de estímulo de US$900.000 millones que aprobó el Congreso el 21 de diciembre proporcionó nuevos fondos para los programas de préstamos que han ayudado a los propietarios de hoteles a mantenerse a flote, pero la industria sigue en una situación precaria. STR, una firma de datos de alojamiento, predice que las tarifas de habitaciones se mantendrán por debajo de los niveles de 2019 hasta 2023, y que los mercados urbanos desde Nueva York hasta San Francisco tardarán más en recuperarse.

Aun así, las vacunas están ofreciendo esperanza de que los estadounidenses redescubrirán su pasión por los viajes y se liberarán de las limitaciones de los videochats y las llamadas telefónicas. El día en que la vacuna de Pfizer Inc. fue aprobada para su uso en EE.UU., las reservas de hoteles aumentaron al mayor número diario desde que comenzó la pandemia en marzo, según RateGain, una empresa de software de reservas para los principales hoteles y proveedores de información de viajes en línea.

Bloomberg