Bagdad, 23 ene (EFE).- El aeropuerto internacional de Bagdad fue objetivo la noche del viernes de un ataque con tres misiles, que cayeron fuera de sus instalaciones sin causar daños personales en medio de una crisis de seguridad en Irak por el doble atentado suicida del pasado jueves que causó 32 muertos en el centro de la capital.


“Tres misiles fueron lanzados contra el Aeropuerto Internacional de Bagdad la pasada noche”, indicó este sábado la Oficina de Información del Ejército en un comunicado, en el que no dio ningún dato sobre los posibles responsables de la agresión.
“Dos misiles han caído fuera del aeropuerto y un tercero sobre la casa de un ciudadano en la zona del barrio de Al Yihad sin causar daños materiales sin que se registraran víctimas”, añadió.


Los ataques con cohetes se suceden habitualmente contra el aeropuerto de Bagdad y, sobre todo, contra la Zona Verde, un área fortificada en el centro de la ciudad donde se concentran el Parlamento, bases militares y varios edificios gubernamentales y embajadas extranjeras, particularmente la de Estados Unidos, objetivo principal de estas acciones.


El anterior ataque se produjo el pasado 20 de diciembre, en el que ocho misiles del tipo Katyusha fueron lanzados contra esa parte de la ciudad, provocando heridas a un soldado iraquí y daños de poca consideración en la legación estadounidense.
El último se produce solo dos días después de dos terroristas del grupo Estado Islámico (EI) se hicieran explotar en medio de un un mercado callejero del centro de Bagdad causando 32 muertos y 110 heridos.


Se trató del primer atentado de este tipo en la capital iraquí en más de un año y el más grave desde hace tres, lo que provocó una crisis de seguridad en el Gobierno iraquí, cuyo primer ministro, Mustafá al Kazemi, destituyó a cinco altos mandos del Ministerio de Interior y de la Policía de Bagdad.


Los ataques con misiles en Bagdad aumentaron sobre todo después de que Estados Unidos asesinara hace un año en la ciudad a Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, en un bombardeo selectivo.
Uno de los sospechosos de estas agresiones era la milicia chií proiraní Kataib Hizbulá, que en octubre pasado ofreció una tregua, «condicionada» a la retirada de las tropas extranjeras del país.