RÍO DE JANEIRO (AP) — La autoridad electoral de Brasil declaró el domingo que Luiz Inácio Lula da Silva venció al presidente Jair Bolsonaro y será el próximo mandatario del país.

Luego del conteo del 98,8% de los votos, Lula llevaba 50,8% y Bolsonaro 49,2%, ante lo cual la autoridad electoral señaló que la victoria del político izquierdista estaba matemáticamente asegurada.

Lula —expresidente del país de 2003 a 2010 por el Partido de los Trabajadores_, ha prometido restaurar la prosperidad que gozaba Brasil en el pasado, aunque enfrenta una sociedad muy polarizada.

Es un sorprendente regreso al poder para Lula, de 77 años, cuyo encarcelamiento en 2018 por un escándalo de corrupción le impidió participar en los comicios de ese año, lo que despejó el camino para el triunfo de Bolsonaro, de tendencia derechista.

La victoria de Lula representa la primera ocasión desde que Brasil regresó a la democracia en 1985 que el presidente en funciones no logra reelegirse. La ceremonia de inauguración de su presidencia se llevará a cabo el 1 de enero.

Thomas Traumann, analista político independiente, comparó los resultados con el triunfo del presidente estadounidense Joe Biden en 2020, haciendo notar que Lula hereda una nación extremadamente dividida.

“El enorme desafío que Lula tiene será pacificar el país”, declaró. “Las personas no sólo están polarizadas en asuntos políticos, sino también tienen valores distintos, identidad y opiniones. Lo que es más, no les importan los valores, las identidades y las opiniones de la otra parte”.

Bolsonaro iba al frente durante la primera parte del conteo y, en cuanto Lula lo rebasó, algunos automóviles en el centro de Sao Paulo comenzaron a tocar sus bocinas. Podía escucharse a la gente en el vecindario Ipanema de Río de Janeiro gritar: “¡Repuntó!”

Algunos mandatarios latinoamericanos expresaron rápidamente sus felicitaciones vía Twitter.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador manifestó: “Ganó Lula, bendito pueblo de Brasil. Habrá igualdad y humanismo”, y su homólogo chileno Gabriel Boric declaró: “Lula. Alegría!”. Por su parte, el mandatario argentino Alberto Fernández dijo: “¡Felicitaciones @LulaOficial! Tu victoria abre un nuevo tiempo para la historia de América Latina. Un tiempo de esperanza y de futuro que empieza hoy mismo”.

En la sede de campaña de Lula en el centro de Sao Paulo los presentes no estallaron en vítores sino hasta que se anunció el resultado final, una muestra de la tensión que se vivió en toda la contienda.

“Cuatro años esperando esto”, dijo Gabriela Souto, uno de los pocos simpatizantes a los que se les permitió la entrada debido a las fuertes medidas de seguridad.

Afuera de la casa de Bolsonaro en Río de Janeiro, donde se concentró su base de seguidores, una mujer encima de un camión efectuó una oración a través de una bocina, y luego cantó con fervor, intentando generar entusiasmo. Pero los simpatizantes, engalanados con los colores amarillo y verde de la bandera, apenas respondieron. Muchos sí se reanimaron cuando se escucharon las notas del himno nacional y cantaron sonoramente con la mano sobre el corazón.

La mayor parte de las encuestas de opinión antes de los comicios le daban la ventaja a Lula, aunque los analistas políticos coincidieron en que la contienda se tornó cada vez más reñida en las últimas semanas.

Durante meses pareció que Lula obtendría una victoria fácil, con una campaña en la que azuzó la nostalgia por su presidencia, en la que la economía de Brasil se encontraba en auge y la asistencia social gubernamental ayudó a decenas de millones de personas a ingresar a la clase media.

Pero aunque Lula encabezó la primera ronda de los comicios el 2 de octubre con 48% de los votos, Bolsonaro logró un sólido segundo lugar con 43%, en una muestra de que los sondeos de opinión subestimaron significativamente su popularidad.

This story originally appeared in Los Angeles Times en Español.