El regimen de Bachar al Asad Siria anunció que había aprobado la entrega de ayuda humanitaria a las zonas rebeldes fuera de su control en la provincia de Idlib y que el convoy debía salir el domingo, aunque luego fue pospuesto.

En Turquía, decenas de miles de socorristas locales y extranjeros trabajan entre las ruinas en busca de señales de vida. Pero los temores por la seguridad han obligado a suspender algunas operaciones y decenas de personas han sido arrestadas acusadas de realizar saqueos tras el sismo.

En medio de las rudas condiciones del invierno, siguen registrándose casos milagrosos de personas encontradas bajo los escombros, pero los expertos advierten que las esperanzas de encontrar supervivientes disminuyen cada día.

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