Maserati, al igual que Ferrari, empezó como fabricante de coches de carreras y solo más tarde se dedicó a los GT.
Orígenes comunes, destinos similares. Al igual que Ferrari, Maserati dio sus primeros pasos en el automovilismo y luego sucumbió a la atracción de los clientes que también querían coches de altas prestaciones para la carretera.

El modelo que dio vida a una larga dinastía de elegantes, a la par que veloces, coches GT (gran turismo) salió de la fábrica de Módena hace tres cuartos de siglo, adelantándose un poco a su rival de Maranello, que por aquel entonces debutaba como fabricante de Sport y F1. Ese coche se llamaba A6 1500, una denominación bastante anónima para un modelo destinado a hacer historia.

Diseñado antes de la guerra
El proyecto A6 nació en realidad de una idea concebida poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial y se centró en un nuevo motor construido según los principios más modernos de la época.

Este propulsor tenía una culata fija y un sistema de distribución de doble árbol de levas y, una vez puesto a punto, ofrecía, con el combustible suministrado por un único carburador de doble cuerpo, una potencia de 65 CV.

Maserati A6 1500 1947 – motor.
La letra ‘A’ era la inicial del nombre Alfieri Maserati, uno de los hermanos fundadores (aunque para entonces la empresa ya había pasado a manos de la familia Orsi) y diseñador de la casa. La A iba seguida del número de cilindros, 6, y 1500, lo que indicaba la cilindrada de solo 1,5 litros. Nada extraño en la época, si pensamos que incluso el primer V12 de Ferrari tenía ese mismo cubicaje.

Debut en Ginebra
El coche, construido en torno a este motor, tenía una arquitectura refinada, que combinaba un innovador chasis tubular y una suspensión delantera de doble horquilla con un eje trasero rígido tradicional con ballestas, frenos hidráulicos y ruedas lenticulares o de radios Borrani.

En su debut en el salón de Ginebra, el coche, rebautizado inmediatamente como ‘A6 1500 Gran Turismo’, se presentó en versión coupé con un ‘traje a medida’, creado por el carrocero Pininfarina, que se distinguía por sus faros retráctiles, un capó que podía abrirse por cada lado (gracias a un sistema de bisagras dobles) y un techo solar de plexiglás.

El comienzo de otra historia
La versión de producción, de la que se fabricaron unos 60 ejemplares en los años siguientes, volvió a soluciones más convencionales, empezando por los faros fijos. Sin embargo, para los que lo deseaban, también había una configuración más lujosa con ventanillas más grandes y una parrilla más imponente, mientras que en 1948 (junto con cambios menores) se añadieron dos asientos traseros.

En 1948 también se presentó una versión descapotable más exclusiva, esta vez en el salón de Turín, pero solo encontró dos clientes interesados en su adquisición.

El éxito y la apreciación del A6 1500, un elegante coche capaz de alcanzar los 150 km/h, fueron tales que convencieron a Maserati para continuar con la producción de modelos de carretera, evolucionando el A6 1500 hacia el posterior A6G 2000 con motor de 2,0 litros.

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Posteriormente, llegó el estupendo AG54, antes de lanzar la familia de grandes GT con el 3500 y el 5000, a partir de los cuales comenzó el linaje que, a través del Mistral, el Ghibli, el Khamsin, el Biturbo, el 3200 GT y el GranTurismo, ha llegado hasta nuestros días.

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