México registró entre enero y septiembre de este 2020 un exceso de mortalidad del 37 %, al contabilizarse 193 mil muertes más de las esperadas, aunque la cifra oficial de muertos por coronavirus, el COVID-19, es de 88 mil 700.

Según el boletín estadístico sobre el exceso de mortalidad elaborado por la Secretaría de Salud federal, el país tenía previsto registrar 524 mil 920 muertos entre el 1 de enero y el 26 de septiembre, pero hubo 718 mil 090 decesos.

La diferencia, por tanto, es de 193 mil 170 muertes, lo que significa un 36.8 % más de lo esperado, y según el informe, este exceso inició en la semana 13 del año, es decir, a finales de marzo, cuando se disparó la curva de contagios del coronavirus SARS-CoV-2.

La cifra oficial de muertos por COVID-19, que contempla solo los que pudieron ser demostrados con pruebas diagnósticas, no obstante, marcaba el 26 de septiembre 78 mil 449 decesos, y hoy es de 88 mil 743.

Desde el inicio de la pandemia, las autoridades han admitido un subregistro en cuanto a contagios y muertes por el nuevo coronavirus por la dificultad de hacer pruebas masivas a la población, por lo que el exceso de la mortalidad dibuja una idea del impacto real de la pandemia en México.

Según el informe, entre enero y septiembre, el exceso de mortalidad fue de un 42.5 % entre hombres y un 28.1 % entre mujeres.

Entre los adultos de 45 a 65 años, se disparó un 62.5 %, entre los mayores de 65 años un 33 % y entre los de 20 a 44 años aumentó un 18.4 %.

Los estados con mayor exceso fueron Campeche (64.5 %), el Estado de México (64.2 %), Ciudad de México (60.3 %) y Quintana Roo (60.3 %).

El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este sábado que ya se ve “la luz al final del túnel” de la pandemia, a pesar de que las autoridades sanitarias del país advirtieron esta semana del riesgo de rebrotes.

El pasado martes, el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, encargado de la estrategia contra el coronavirus, encendió las luces de alarma de posibles rebrotes al advertir que la pandemia suma 12 semanas en desaceleración, “pero ya no con la misma velocidad” que antes.