El Departamento de Salud y Servicios Humanos reabre este lunes la inscripción de seguros en HealthCare.gov, gracias a una orden ejecutiva que el presidente, Joe Biden, firmó el mes pasado para que mercados de seguros de gastos médicos operados por el Gobierno abran un periodo especial de inscripción hasta el 15 de mayo.

Este período de inscripción durante la pandemia de coronavirus es una manera de poner a prueba la estrategia del mandatario para utilizar la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, más conocida como Obamacare, como un trampolín hacia la cobertura de salud para todos.

En paralelo, el nuevo proyecto de ley de alivio económico de los demócratas de la Cámara de Representantes ofrecería un aumento generoso, aunque temporal, en los subsidios para las personas cubiertas por esta reforma sanitaria.

“Es un movimiento enormemente importante. La Administración está diciendo que quieren que esta cobertura sea más asequible”, declaró Katherine Hempstead, de la Robert Wood Johnson Foundation, a la angecia AP.

La reforma sanitaria del expresidente Barack Obama ha estado vigente durante una década, pero las encuestas revelan que muchas personas que carecen de seguro laboral no son conscientes de que pueden calificar. La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que alrededor de 33 millones de personas carecen de seguro este año.

El conocimiento de la cobertura de Obamacare y los subsidios a las primas sigue siendo bastante bajo, a pesar de que las solicitudes se abrieron por primera vez en 2014.

Poco menos de dos tercios de los adultos sin seguro dijeron que no habían escuchado nada o solo un poco sobre la asistencia financiera para las pólizas, según un estudio realizado por el Urban Institute en septiembre del año pasado. La Administración Trump recortó el presupuesto de marketing de Obamacare en un 90% durante su mandato.

“Hay millones de personas, literalmente, en el país que no están inscritas porque ni siquiera saben que son elegibles”, recordó Joel Ario, director gerente de Manatt Health Solutions y exfuncionario de salud, a CNN.

Para abordar esto, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, que administran el programa, disponen de un presupuesto de 50 millones de dólares para publicitarlo, cinco veces más de lo que gastaría la Administración Trump en la inscripción abierta anual. Bajo el mandato de Biden, habrá un énfasis especial en llegar a las comunidades negras y latinas, que han sufrido con especial carga la pandemia de coronavirus.

En todo el país, las personas de los 36 estados que atiende el mercado federal HealthCare.gov podrán presentar su solicitud. Además, la mayoría de los estados que tienen sus propios mercados están igualando el esfuerzo federal, provocando la sensación de una campaña nacional.

Si el Congreso aumenta los subsidios a las primas como parte de su próximo paquete de alivio del virus sería un gran atractivo para las personas sin seguro médico.

“Eso sería un gran incentivo”, señaló Tara Straw, analista de políticas de salud del Centro de Prioridades de Presupuesto y Políticas, que aboga por las personas de bajos ingresos.

Según los cálculos del centro de presupuesto, una familia de cuatro personas que gana 50,000 dólares anuales pagaría 67 dólares al mes en primas por un plan estándar, en lugar de los 252 dólares que se abonan de promedio actualmente. El impulso en la asistencia premium estaría disponible para este año y para 2022.

De manera similar, una persona soltera que gana 30,000 dólares al año pagaría 85 dólares al mes por un plan estándar en lugar de los 195 actuales.

La propuesta demócrata permitiría que los hogares de clase media califiquen para recibir ayuda financiera. En el extremo opuesto, aquellos que han estado sin trabajo calificarían para subsidios extra generosos.

Los republicanos, que intentaron derogar la ley bajo el el mandato de Trump, han calificado el plan demócrata de un desperdicio de dólares de los contribuyentes. Pero muchos demócratas lo ven simplemente como un anticipo de una agenda de atención médica más ambiciosa.

La ley de salud de Obama cubre a más de 20 millones de personas a través de una combinación de planes privados subsidiados y, en la mayoría de los estados, Medicaid ampliado.

Los expertos coinciden en que la pérdida de puestos de trabajo durante la pandemia ha provocado que entre cinco millones y 10 millones de personas se quedaran sin sin seguro y estiman, mientras que la Oficina de Presupuesto del Congreso sugiere un número menor, que ronda los tres millones.

“La gente está volviendo al mercado laboral a medida que baja la tasa de desempleo, pero es posible que no necesariamente tengan el mismo trabajo o un trabajo tan bueno. Esta será una opción importante para las personas que aún enfrentan inseguridad laboral”, señala Chris Sloan, de la consultora Avalere Health, a CNN.

El presidente espera que que se inscriba gran parte de los 15 millones de personas sin seguro que son elegibles para las pólizas de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, nuevo millones de los cuales califican para asistencia financiera federal. Las personas que ganan hasta aproximadamente 51,000 dólares y las familias de cuatro que ganan hasta aproximadamente 104,800 dólares son elegibles para recibir subsidios.

Aproximadamente 9 de cada 10 inscritos en HealthCare.gov reciben subsidios y tres cuartas partes de los consumidores son elegibles para recibir asistencia financiera que reduciría su prima a 50 dólares o menos al mes, según la agencia.

Los demócratas del Congreso están trabajando en una legislación que haría que los subsidios a las primas fueran más generosos y tengan mayor disponibilidad.

¿Cuántas personas se inscribirán?

No está claro cuántas personas harán la solicitud en los próximos tres meses.

Parece que más estadounidenses de lo esperado se aferran a la cobertura médica laboral mientras que muchos de los que han perdido su empleo y la mayor parte de sus ingresos han recurrido a programa Medicaid. Entre febrero y septiembre, la inscripción a Medicaid aumentó en más de 6.6 millones de personas, es decir, un 10.3%, según datos federales.

El expresidente republicano se negó a reabrir las inscripciones la primavera pasada, a pesar de la fuerte oposición de los funcionarios electos de ambos partidos y de la industria sanitaria.

Pero cualquier persona que pierda la cobertura de seguro de salud basada en el trabajo es elegible para inscribirse dentro de los 60 días posteriores a la pérdida del seguro. La inscripción en los primeros cinco meses de 2020 saltó a casi medio millón de personas, un 46% más que en el mismo período del año anterior, según datos del Gobierno de junio del año pasado.

Con información de AP y CNN.