La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que la Cámara y el Senado, planean comenzar la aprobación de la agenda de infraestructura del presidente Joe Biden esta semana, después de que las preocupaciones de los moderadores hicieron que los proyectos de ley, no llegaran al piso el mes pasado.

Durante una entrevista el domingo con Jake Tapper de CNN, el líder demócrata de la Cámara explicó que “el plan” era llevar el proyecto de ley de compromiso de infraestructura bipartidista a votación en la Cámara esta semana una vez que se llegara a un acuerdo sobre el paquete de reconciliación presupuestaria, que incluye financiamiento, para una expansión de Medicare y otras disposiciones, incluido el lenguaje destinado a combatir el cambio climático.

“Creo que prácticamente tenemos un trato ahora”, dijo y agregó que el “lenguaje” del paquete de conciliación presupuestaria sigue siendo el último punto de conflicto.

Aún no está claro cuál será el tamaño final del paquete de reconciliación; la Casa Blanca había apoyado y pedido un proyecto de ley por un total de 3,5 billones de dólares durante 10 años, pero Manchin ha declarado que quiere ver un proyecto de ley mucho más pequeño que eso.

La legislación ha permanecido congelada durante semanas. La Cámara y el Senado planearon previamente votarlos a fines de septiembre, solo para que una disputa entre las alas conservadora y progresista del Partido Demócrata causara demoras.

Dos senadores, Joe Manchin de West Virginia y Kyrsen Sinema de Arizona, resistieron durante semanas las demandas inespecíficas de que se redujera el precio del proyecto de ley de reconciliación presupuestaria. Los progresistas, mientras tanto, se negaron a votar por el paquete de compromiso en la Cámara hasta que se concluyera el acuerdo de reconciliación más amplio, poniendo ambos proyectos de ley en peligro de ser derrotados.

Después de mucha negociación entre la Casa Blanca, los progresistas en el Senado y los dos senadores conservadores, parece que un acuerdo está a su alcance, aunque con recortes en las principales prioridades del presidente, incluida la licencia familiar remunerada gracias a los esfuerzos de Manchin y Sinema.

La Casa Blanca ha mostrado su entusiasmo por promulgar ambos proyectos de ley, mientras que Sinema en particular, se ha enfrentado a una multitud de declaraciones críticas de sus colegas legisladores con respecto a su total falta de voluntad para explicar sus posiciones, ya sea en público o en reuniones de caucus privadas.

Agencias