Los primeros pasos de una aparente desescalada de las tensiones dados por Rusia son recibidos con un fuerte escepticismo por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Estados Unidos y gobiernos de la Unión Europea. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, respondió que, pese al repliegue de algunos soldados rusos, la alianza tiene señales de que más militares estarían en camino a la zona. Este 16 de febrero, el Gobierno de Vladimir Putin notificó que terminaron los ejercicios militares en la provincia de Crimea, y que los soldados inician el retorno a sus bases en territorio ruso.