Hemos repetido hasta el cansancio que los ingenieros de Porsche se las arreglan para mejorar autos que parecen inmejorables. Uno de ellos es el 911 GT3, que acaba de presentar su séptima generación, y como ha sido la tónica en la marca, mejora la aerodinámica, la construcción y la mecánica respecto de su antecesor, para convertirlo en un auto aún más brutal.

El modelo homologado para la calle fue desarrollado en conjunto con Porsche Motorsport y puesto a punto en el Nordschliefe de Nürburgring. La marca indica que “la transferencia de auténtica tecnología de las carreras a un modelo de producción en serie es mayor de la que nunca antes se había hecho”.

Con este modelo, por primera vez ofrecerá de manera gratuita el paquete Clubsport, compuesto por una jaula antivuelco ubicada por detrás de las dos plazas, cinturones deportivos de seis puntas, extintor de mano y un interruptor de desconexión de la batería. Y también estarán disponibles elementos del programa Porsche Esclusive Manufaktur, como el techo en fibra de carbono, los faros principales LED oscurecidos, las llantas pintadas en rojo o azul.

Ligereza, potencia y aerodinámica
Pero volvamos al 911 GT3 2021 y partamos por la construcción.

La lógica en cada evolución que se hace de un auto deportivo es reducir el peso, y al 911 GT3 se le ha sometido a una dieta estricta en todos los frentes. La marca indica que hay una mayor proporción de CFRP (plástico reforzado con fibra de carbono) en la carrocería, ya que ahora se usa para el cofre, alerón y techo. A ello se suma una serie de elementos especiales que buscan reducir la masa: la ventanas son de cristal ligero, cuenta con un sistema de escapes deportivos de acero (que baja el peso en 10 kilos), suma discos de freno cerámicos más grandes (de 380 a 408 mm) pero un 17% más ligeros, y la batería es más compacta y 10 kilos más liviana.

El resultado final es de 1,418 kilos con caja manual, y 1,435 kilos con caja PDK. Ambos registros son levemente mayores que el 911 GT3 anterior, pero esta actual generación incluye de serie el sistema Smart Lift para elevar el eje delantero, y las ruedas traseras direccionales, ambos sumamente pesados.

Sigamos por el motor, que sigue siendo el bóxer atmosférico de seis cilindros y 4.0 litros, pero que gracias a ciertas mejoras eleva la potencia de 500 a 510 caballos y el par de 339 a 346 lb-pie. No parece ser una ganancia importante, pero ahora, el 911 GT3 ofrece una relación peso-potencia de 2.8 kilos por caballo, similar a muchos autos de competición.

Este bloque derivado del que usan los 911 GT3 R de competición estará asociado a un cambio manual de seis o una PDK automática de siete marchas. Y como siempre, los mejores registros se consiguen con esta última, ya que es más fácil extraer el potencial del motor, ofrecerá cambios en milisegundos y sin vacíos de potencia.

El 0 a 100 km/h se consigue en 3.4 segundos con PDK y 3.9 segundos con la manual, mientras que el 0 a 200 km/h sube a 10.8 y 11.9 segundos, respectivamente. La única ventaja evidante para el cambio manual, además de una conducción más purista, es que alcanza 320 km/h, dos kilómetros más que con caja automática.

Como novedad, cuenta con un modo de conducción Track, que elimina toda la información del panel digital y deja junto al tacómetro central la info tradicional de carreras, como la presión de neumáticos, la temperatura y presión de aceite, el nivel de combustible y la temperatura de agua, todo ello esencial para conducir en circuito. También incluye un asistente visual del cambio de marcha, con una barra de color que se va iluminando de izquierda a derecha del cuentarrevoluciones.

Para soportar tanta fuerza y transmitirla de mejor manera al piso, Porsche incluyó las ya mencionadas ruedas traseras direccionales y un eje delantero de doble horquilla superpuesta derivado del 911 RSR ganador de las 24 Horas de Le Mans, y que por primera vez se montan en moelo de calle de la marca. Con esta suspensión se mejora la rigidez y se eliminan las fuerzas laterales sobre la amortiguación.

Finalmente, hay un trabajo superlativo en la aerodinánica para este auto que ofrece una carrocería más ancha que el 911 normal (1,852 mm).

Lo primero que salta a la vista es la doble salida de aire sobre el cofre, y luego, el inmenso alerón posterior del tipo “cuello de cisne” que usa el 911 RSR, y que como novedad viene anclado desde arriba y no desde abajo. A ello añade un gran splitter delantero, un prominente difusor porterior y unos bajos carenados.

Autocosmos