En Reino Unido se ha dado luz verde al polémico método de exponer a voluntarios a ser infectados con el virus para luego hacerles pruebas experimentales con una potencial vacuna contra covid-19

En la carrera contra el tiempo por encontrar una vacuna contra el coronavirus, Reino Unido se prepara para ser el primer país en llevar a cabo pruebas de “desafío humano” en las que hasta 90 voluntarios saludables serán deliberadamente expuestos al covid-19.

Los ensayos están programados para enero con miras a acelerar el desarrollo de una vacuna contra el virus.

El gobierno está invirtiendo unos US$44 millones en esta estrategia pionera, aunque no deja de ser polémica.

La seguridad será la prioridad número uno, insisten los expertos. Los planes necesitarán ser aprobados desde el punto de vista ético, así como recibir el visto bueno de los entes reguladores antes de seguir adelante.


Los estudios de desafío humano ofrecen una forma más rápida para ensayar vacunas porque no hay que esperar a que los pacientes se expongan a una enfermedad de manera natural.

Los investigadores primero aplicarían dosis controladas del virus de la pandemia para descubrir cuál sería la cantidad más pequeña que pudiera causar una infección de covid-19 en voluntarios entre los 18 y 30 años.

Estos conejillos de indias humanos, que serían infectados con el virus a través de la nariz y serían observados las 24 horas, presentan el menor riesgo de daño debido a su juventud y buen estado de salud.

Así, los científicos ensayarían en ellos la vacuna que desarrollan para ver si previene la infección.
“Mi equipo ha realizado estudios de desafío humano de manera segura con otros virus respiratorios por más de 10 años. Ningún estudio es completamente libre de riesgo, pero los colegas del Programa de Desafío Humano estarán esmerándose para asegurarse de que los riesgos sean lo menos riesgosos posible”, explicó el director de la investigación, doctor Chris Chiu, del Imperial College en Londres.

El profesor Peter Openshaw, otro investigador del programa y director del Consorcio de Desafío Humano, dijo que el infectar voluntarios a propósito con un patógeno humano identificado “nunca se toma a la ligera”.

Aseguró, sin embargo, que este tipo de estudios eran inmensamente informativos.

“Es realmente vital que procedamos lo más rápido posible hacia la consecución de vacunas efectivas y otros tratamientos para la covid-19”.

Cientos de vacunas contra la covid-19 están siendo desarrolladas en todo el mundo y varias de las más avanzadas ya se encuentran en la fase final de ensayos, incluyendo la de la Universidad de Oxford.

Mientras que algunas de estas podrían obtener resultados y empezar a aplicarse antes de que el nuevo estudio tenga oportunidad de iniciar, los investigadores afirman que su trabajo continuaría siendo útil para realizar estudios comparativos y saber qué vacuna funciona mejor.

BBC