LONDRES, 6 dic (Reuters) – Reino Unido se prepara para convertirse esta semana en el primer país en administrar a la población la vacuna COVID-19 de Pfizer/BioNTech, en una campaña de vacunación que comenzará en los hospitales y continuará en las clínicas médicas, dijo el Gobierno el domingo.
Las primeras dosis se administrarán el martes, con el Servicio Nacional de Salud (NHS) dando máxima prioridad a los mayores de 80 años, los sanitarios y el personal de los centros de asilo.
El Gobierno británico aprobó la semana pasada el uso de emergencia para la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, encabezando así la carrera mundial por el programa de inoculación masiva más crucial de la historia.
Reino Unido ha solicitado en total 40 millones de dosis. Como cada persona requiere dos dosis, 20 millones de ciudadanos -de los 67 millones totales- tendrán acceso al antídoto.
Se espera que alrededor de 800.000 dosis estén disponibles en la primera semana.
Las dosis iniciales que han llegado de Bélgica se están almacenando en centros especiales distribuidos a lo largo de todo el país, donde se comprobará su calidad, dijo el Ministerio de Salud.
El despliegue coincide con un momento crucial y peligroso en las negociaciones entre Londres y la Unión Europea sobre el acuerdo comercial post-Brexit. El período de transición termina el 31 de diciembre y la de falta de acuerdo conduciría a importantes perturbaciones en la circulación de mercancías entre Reino Unido y los países de la UE.
En ese sentido, el periódico The Observer informó el domingo de que, según los planes de contingencia del Gobierno, millones de dosis podrían ser enviadas a Reino Unido por avión militar para evitar posibles retrasos causados por el Brexit.
Al ser cuestionada sobre si le preocupaba que un Brexit sin acuerdo pudiera interrumpir la llegada de vacunas, June Raine, jefa del organismo regulador de medicamentos británico, dijo: “Hemos practicado, estamos completamente preparados para cualquier posible resultado”.
VACUNA PARA LA REINA
El Servicio Nacional de Salud de Inglaterra ha pedido a los médicos de cabecera del país que se preparen para empezar a administrar las vacunas a través de los centros de salud locales a partir del 14 de diciembre.
Está previsto que grupos de médicos operen más de 1.000 centros de vacunación en todo el país, indicó el Gobierno.
Además, los periódicos dominicales Times y Mail informaron de que la reina Isabel, de 94 años, y su esposo, el príncipe Felipe, de 99 años, harán saber cuándo se les ha administrado la vacuna.
La sociedad británica admira a la reina y su respaldo público a la vacuna sería un poderoso mensaje para contrarrestar la desinformación que circula en Internet.
(Información de Alistair Smout y Estelle Shirbon; editado por Helen Popper; traducción de Jorge Martínez)