Ante la imposibilidad de importar componentes de Rumanía, como antes de la guerra, o de fabricarlos, Lada se ha visto obligada a detener o frenar la producción de vehículos. La empresa francesa Renault, que es actualmente el mayor accionista de AvtoVAZ con el 68 por ciento del capital, ha tenido suspender sus actividades en Rusia, donde emplea a 45.000 personas. Ahora Renault busca vender su filial rusa. Lada podría ser adquirida por un grupo chino a precio de desguace o volver a ser una compañía estatal como en tiempos de la Unión Soviética.

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