De acuerdo con reportes del Datasembly, durante agosto el promedio de escasez de fórmula en las tiendas y en línea fue de 61%.

Sin embargo, las familias estadounidenses que requieren de dicho producto para alimentar a sus hijos comenzaron a tener problemas para conseguirlo desde marzo.

Todo empezó un mes antes luego de que el gobierno optó por cerrar una planta dónde se elaboraba fórmula láctea después de que varios bebés murieron aparentemente por consumir un lote de dicho producto.

Después se retiró la fórmula producida en esa planta y se cerraron sus instalaciones.

No obstante, luego se supo que la bacteria causante de las enfermedades en los niños no se encontró en la planta, así que le permitieron volver a operar, pero ello implicó obtener la autorización necesaria para reiniciar, lo cual contribuyó a que la fórmula láctea se escaseara más.

La realidad es que hay tan pocas plantas productoras de alimento para bebés en Estados Unidos y al cerrar una complica la oferta del producto.

Por ello, se decidió resolver la carencia de producto importándolo incluso desde Europa.

De hecho, en unos días más arribará una fuerte dotación de fórmula procedente de Australia, la cual sólo durará algunos días en el mercado, pues hasta el mes pasado, los principales minoristas estadounidenses, incluidos Walmart Inc y Target Corp, coincidieron en señalar que aun cuando había mejorado el suministro de fórmula gracias a las importaciones, todavía resultaba insuficiente para cubrir la demanda del mercado.