El rey Carlos III tenía previsto nombrar el martes a Rishi Sunak como tercer primer ministro británico del año, encargado de formar un gobierno que tendrá que lidiar con las crisis económicas y políticas del país.

Sunak, el primer mandatario británico de color, fue elegido el lunes como líder del Partido Conservador, que gobierna el país y trata de estabilizar tanto la economía como su mermada popularidad tras el breve y desastroso mandato de Liz Truss.

Truss dejará el cargo tras una breve declaración pública ante la residencia oficial del primer ministro, siete semanas después de ser nombrada primera ministra por la reina Isabel II. La reina murió dos días después. Ahora su hijo ejercerá la tarea ceremonial de aceptar la renuncia de Truss en el Palacio de Bukingham antes de pedir a Sunak que forme un gobierno.

Sunak, que con 42 años será el líder británico más joven en más de 200 años, debe intentar reforzar una economía que va camino de una recesión y sufrió un golpe por el experimento económico de su predecesora. Al mismo tiempo, tratará de unir a un partido dividido y desmoralizado que está rezagado en las encuestas de opinión.

Sus grandes prioridades serán nombrar ministros del gobierno y preparar una declaración presupuestaria que trazará los planes del gobierno para llenar un agujero fiscal de miles de millones de libras (dólares) creado por la inflación disparada y una economía renqueante. La crisis se ha visto exacerbada por los desestabilizadores experimentos económicos de Truss.

En principio estaba previsto que la declaración, que se esperaba incluyera subidas de impuestos y recortes de gastos, fuera presentada el lunes al Parlamento por el jefe del Tesoro, Jeremy Hunt, si es que Sunak le mantiene en el cargo.