MAYFIELD, Kentucky, EE.UU. (AP) — Personal de rescate escarbaba el domingo entre casas y negocios en ruinas tras el paso de un tornado en el estado de Kentucky que arrasó con las construcciones, incluyendo una fábrica de velas que estaba llena de empleados del turno nocturno cuando se vio arrasada. El gobernador advirtió que el número de muertos debido al tornado podría superar los 100.

Los trabajadores de la fábrica buscaron refugio en lo que se suponía que era la parte más segura del edificio, pero eso al parecer no los protegió debido a la potencia del tornado, declaró el gobernador Andy Beshear. El sábado se reportó el rescate de 40 de las 110 personas que estaban en el edificio en ese momento, pero para el domingo, la esperanza de encontrar a alguien más con vida se había evaporado.

“Será un milagro si sacamos a alguien más de eso. Ahora tiene 15 pies (4,5 metros) de profundidad de acero y autos encima de donde estaba el techo”, dijo el gobernador a CNN.

Jeremy Creason, jefe de bomberos y director de servicios de emergencia de Mayfield, informó que los rescatistas tuvieron que arrastrarse sobre los muertos para poder llegar a donde estaban los vivos.

Un asilo de ancianos y un centro de distribución de Amazon también quedaron destruidos.

“Puedo decirles por los informes que he recibido, sé que hemos perdido a más de 80 habitantes de Kentucky. Ese número va a superar los 100”, señaló Beshear en los programas de entrevistas del domingo por la mañana.

El tornado tocó tierra por más de 320 kilómetros (200 millas) en el estado.

El tornado “probablemente se convertirá en uno de los más violentos y grandes en la historia de Estados Unidos”, estimó Victor Gensini, investigador sobre clima extremo en la Universidad del Norte de Illinois.

La tormenta fue aún más notable porque llegó en diciembre, cuando el clima normalmente más frío limita la formación de remolinos.

El tornado también mató al menos a seis personas en Illinois, donde dañó una instalación de Amazon en Edwardsville; cuatro en Tennessee; dos en Arkansas, donde se destruyó un asilo de ancianos; y dos en Missouri.

Agencias