Tiger Woods, para muchos el mejor golfista de la historia, de 45 años perdió el control de su camioneta y volcó en Ranchos Palos Verdes, cuando viajaba solo en su camioneta.

Según informes preliminares, no hubo otro vehículo involucrado, los bomberos tuvieron que socorrerlo y tuvo que ser hospitalizado e intervenido debido a sus heridas.

Lamentablemente, esta no es a primera contrariedad automovilística en la que se ha visto envuelto el ex número 1 del mundo, pues ya en un par de ocasiones se ha visto en problemas al volante.

El primer incidente ocurrió la madrugada del 27 de noviembre de 2009, cuando tras una discusión en su hogar con su esposa la modelo sueca Elin Nordegren, Tiger se subió a su Cadillac Escalade y lo chocó frente a su mansión de Florida.

Las versiones son variadas, algunas aseguran que fue su propia mujer la que ocasionó el accidente y otras que fue ella quien lo rescató de adentro del vehículo luego de estrellarse.

El episodio más bajo en la vida pública de Tiger Woods también ocurrió en un auto en el 2017, cuando fue detenido por la Policía de Júpiter, Florida por conducir presuntamente bajo la influencia de sustancias tóxicas, alcohol y marihuana. En realidad conducir es un decir porque lo encontraron dormido en el asiento del conductor en la carretera alrededor de las 2 AM.

Tiger dio negativo en dos pruebas de alcoholemia que se le realizaron y el propio golfista declaró que no estaba en estado de ebriedad:

“Quiero que el público sepa que el alcohol no estuvo involucrado. Lo que ocurrió fue una reacción inesperada a los medicamentos recetados. No me di cuenta de que la mezcla de medicamentos me había afectado tan fuertemente”, se excusó entonces.