Nueva York (CNN) — WeWork, la asediada empresa de coworking, se declaró en bancarrota ante un tribunal federal.

El anuncio de bancarrota pone fin a una impresionante caída de la empresa, que alguna vez tuvo alto vuelo y fue respaldada por SoftBank. WeWork llegó a estar valorada en unos US$ 47.000 millones en su apogeo.

WeWork, que en su día fue un unicornio tecnológico muy celebrado que prometía revolucionar el futuro del trabajo de oficina — a través de, entre otras cosas, cerveza artesanal de libre circulación —, se deshizo tras un intento fallido de salir a bolsa en 2019 debido a una tormenta perfecta de factores.

En aquel momento, la documentación de la OPV reveló pérdidas mayores de lo esperado y posibles conflictos de intereses con el cofundador de la empresa y entonces CEO, Adam Neumann. Este último, cuyo estilo de liderazgo poco ortodoxo dio lugar a que la cultura de WeWork se convirtiera en el tema de mucha cobertura de noticias, fue destituido en 2019 tras la presión de los inversores. (Cabe destacar que Neumann recibió un llamativo paracaídas dorado llamativo a su salida).
WeWork acabó saliendo a la bolsa unos dos años después con una valoración muy reducida de unos US$ 9.000 millones. Sin embargo, en 2021, el sentimiento del mercado y el fácil acceso al capital que ayudó a apuntalar gran parte del mundo de las startups antes de la pandemia, había empezado a cambiar. Aunque WeWork se presentaba a sí misma como una empresa tecnológica, algunos críticos señalaron que su negocio principal no era la tecnología, sino el sector inmobiliario, al alquilar espacio en edificios de oficinas para readaptarlo y subalquilarlo a startups, independientes y empresas grandes y pequeñas.