La Agencia Espacial Europea (ESA) anunció esta semana que buscará un candidato con discapacidad física para que sea uno de sus nuevos astronautas durante el periodo de reclutamiento 2021-2022.

“Todos hemos visto personas con diversas discapacidades; o dicho de otra forma, personas con capacidades diferentes que toman su lugar en la sociedad: en la política, en nuestras pantallas de televisión. Todos nos hemos maravillado con los Paralímpicos”, dijo David Parker, director de Exploración Humana y Robótica de la ESA. “Ya tenemos personas que trabajan con nosotros que tienen discapacidades y necesitamos que se unan más”.

¿Quién debería postularse?
Además de los otros requisitos para los candidatos a astronauta, Parker especificó lo que la ESA está buscando en los candidatos a parastronauta: “Buscamos una persona que esté psicológica, cognitiva, técnica y profesionalmente calificada para ser astronauta, pero que tenga ciertos tipos de limitación física que les impediría ser seleccionada a través de los requisitos que normalmente tenemos”, agregó.

Según el sitio web de la ESA, esas formas de limitación física incluyen discapacidades que afectan las piernas o los pies de una persona o personas afectadas por enanismo.

La habilidad es relativa
El astronauta británico Timothy Peake señaló que al lidiar con la ingravidez hay muchas cosas que una persona puede hacer sin el uso de sus extremidades inferiores. “En realidad, se trata de la capacidad, no de la discapacidad”, manifestó.

La astronauta italiana Samantha Cristoforetti se hizo eco de Peake. “No evolucionamos para ir al espacio. Entonces, cuando se trata de viajes espaciales, todos estamos discapacitados”, sentenció. “Al final, es sólo una cuestión de si queremos invertir en tecnología, en las adaptaciones necesarias”, apuntó.

Mucho que aprender
Parker explicó que la agencia espacial ha estado analizando las barreras en el espacio para las personas con discapacidades físicas, como parte de su Proyecto de Factibilidad Parastronauta. Así, la ESA planea investigar la viabilidad técnica y operativa de hacer posible el vuelo espacial de un parastronauta.

“Esta posibilidad plantea ahora muchas muchas preguntas, para la mayoría de las cuales aún no tenemos respuestas”, indicó. “Sin embargo, creemos que si no hacemos estas preguntas, no encontraremos las respuestas. Y esta es la esencia misma de la exploración”, manifestó.

La ESA dice que no puede garantizar un vuelo espacial para el parastronauta seleccionado, pero que la agencia se compromete a “esforzarse lo más duro y seriamente posible”. Para el ente, una de las principales prioridades de cualquier misión es que sea segura para los astronautas. Al desarrollar el programa, la ESA buscó inspiración en los Juegos Paralímpicos.

“Solo podemos felicitar a la ESA por estos pasos para aumentar la diversidad de astronautas que se dirigen al espacio”, dijo Craig Spence, del Comité Paralímpico Internacional, a DW. “Todo es imposible hasta que se logre por primera vez y creo que se enviará un mensaje muy fuerte de inclusión al tener una persona con discapacidad en el espacio por primera vez”.

Nuevas fronteras
El anuncio fue recibido con entusiasmo y elogios en las redes sociales de los defensores de los derechos de las personas con discapacidad. Kate Nash, directora ejecutiva y fundadora de la organización Purple Space, lo llamó un punto de inflexión.

“Siempre hemos sabido que estamos en un viaje de desarrollo de prácticas laborales inclusivas cuando se trata de construir un mundo inclusivo para los trabajadores con discapacidad”, señaló a DW, “pero hay algo simplemente electrizante en los viajes al espacio”.

Nash espera que esta medida de la ESA demuestre a otros empleadores que cualquier trabajo puede ser realizado por una persona con discapacidad: “Se trata de reconocer la diversidad de la experiencia de discapacidad”. El período de solicitud de la ESA para parastronautas y otras posiciones de astronautas comienza el 31 de marzo. (rr/dzc)

Autor: Sam Baker

DW